Porco Rosso

Porco Rosso

lunes, 10 de junio de 2013

LA DAMA Y EL VAGABUNDO de Clyde Geronimi, Wilfred Jackson y Hamilton Luske - 1955 - ("Lady and the Tramp")


La perrita Reina vive feliz con sus dueños, que la tratan como si fuese su propia hija. Su vida, sin embargo, cambia cuando conoce por casualidad en la calle a Golfo, un perro paria que va de juerga en juerga y de flor en flor. En un principio, Reina no se fía de él. Pero las cosas pueden cambiar y nadie es nunca quien parece ser...


La primera película de los estudios de Walt Disney estrenada en Cinemascope fue "La Dama y el Vagabundo", otro de sus grandes éxitos y, como casi todos los filmes anteriores de la compañía y como tantos otros posteriores, un filme que transmite unas ideas en general ambiguas y hasta contradictorias, lo que no quita que también contenga una fantástica historia de amor y de aventuras. La cinta cuenta el idilio entre una perrita de la "clase alta" (de raza y pedigrí) con un perro callejero que a pesar de venir de la "clase baja" es valiente, honrado y bondadoso. En "La Dama y el Vagabundo" tenemos por un lado un mensaje claramente anti-clasista en el que se destacan los valores humanos de cada persona independientemente de su extracción social (en 1955 es algo loable, y más en los USA, y más en una película de dibujos animados) y, por otro, el mensaje a favor del respeto a los animales y del buen trato hacia ellos que ya se había visto en otras películas como "Dumbo" y que tendría su culmen en la posterior "101 Dálmatas". Estos mensajes contrastan sin embargo de forma violenta con el hecho de que la película es una apología (otra más) del estudio de Walt del "sentar la cabeza" y del integrarse en la sociedad a toda costa: Golfo es como su nombre indica "un golfo", un aventurero callejero amante de las juergas, de las malas compañías y de estar de flor en flor; seducido por el amor de Reina (una dama remilgada y pija, todo sea dicho), acabará casándose y teniendo hijos y viviendo en la escala social más alta.


Esta mencionada "apología de la normalidad" tiene su cúlmen en la escena de la perrera, bastante dura y cruel para estar dirigida a niños, en la que Reina descubre que "los perros malos" que acaban encerrados en estos lugares tenebrosos son los perros "de la mala vida", especialmente representados en tres caracteres que lo dicen todo: uno que sugiere el de una prostituta, otro que sugiere el de un mexicano y otro que sugiere el de un comunista. Y aunque la cosa se suaviza porque se da a entender que estos perros escaparán finalmente de su particular "corredor de la muerte" (uno de ellos está haciendo un agujero para que se fuguen), también se da a entender a los niños que si no se portan bien acabarán como ellos (y aquí tenemos otro mensaje terrorífico del estilo de la pesadillesca "Pinocho").


Este choque tan ambiguo y casi radical de mensajes hace de "La Dama y el Vagabundo" una película cuanto menos curiosa y casi extraña en lo ideológico. No impide, sin embargo, que la cinta sea una maravilla de la animación, que equilibre a la perfección el romance, la aventura y el humor, que contenga personajes entrañables como los protagonistas o los geniales vecinos de Reina (preciosa apología de la amistad a toda costa, también hay que señalar esto como muy positivo) y que guarda escenas que hoy ya son míticas como la cena romántica o su emocionante desenlace.

2 comentarios:

  1. Hola!

    Que bonica es esta película. Me encanta!

    ResponderEliminar
  2. Por entonces la animación de Disney no tenía rival. De pequeño me encantaban todas sus pelis.

    Un saludo.

    ResponderEliminar