Porco Rosso

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viernes, 14 de diciembre de 2012

X-MEN ORÍGENES. LOBEZNO de Gavin Hood - 2009 - ("X-Men Origins. Wolverine")


Los hermanos mutantes Lobezno y Dientes de Sable viven como mercenarios y marginados por la sociedad de los humanos. Tras una misión en la que son apresados, alguien oscuro les ofrece una salida para usar sus poderes y dejar de ser inadaptados: formar parte de un grupo especial de soldados mutantes como ellos y ayudar a su país. Pronto, esta salida se torna más siniestra de lo que pensaban y una terrible conspiración se abre ante ellos... Una conspiración que va a separarles para siempre y que a Lobezno le va a otorgar, por suerte o por desgracia, un poder inimaginable.


Merecidamente o no y para bien o para mal, Lobezno es el personaje más famoso o por lo menos el más conocido por el gran público de los X-Men e incluso uno de los más representativos del conjunto del propio universo Marvel, donde rivaliza con grandes como Spiderman, Los Vengadores o con compañeros suyos como Magneto, Cíclope, Tormenta o el también muy popular Gámbito. Esto ha propiciado que en el mundo de los cómics tenga su propia serie, que completa sus aventuras con el grupo de mutantes y que además hoy en día sigue publicándose con éxito. Por supuesto, su película en solitario no se hizo esperar tras el cierre de la primera trilogía de los X-Men y fue una precuela que narraba sus aventuras previas a su entrada en la banda del Profesor Xavier. Después de un bodriazo tan infame como "X-Men III. La decisión final", "X-Men Orígenes. Lobezno" por lo menos no da vergüenza ajena y resulta esencialmente distraída, pero no pasa de ser una película muy, muy normalita y, además, llena de incoherencias con respecto a la mencionada trilogía que argumentalmente le sigue.


El sudafricano Gavin Hood, recién salido de la excelente "Tsotsi" (y por ello tal vez esperábamos algo más de él) realiza un trabajo correcto en el apartado técnico: las escenas de acción del filme están aceptablemente llevadas y no son abusivas (y alguna que otra está bastante bien, como la de la huída del laboratorio) y la estética es fiel al cómic. Sin embargo, la película no tiene personalidad visual como por ejemplo si tenían "X-Men" y "X-Men II": es funcional y punto. Por otra parte, los diálogos no llegan a ser de vergüenza pero tampoco dicen nada y no están demasiado pulidos, mientras que los personajes son bastante planos: no actúan de forma estúpida pero tampoco consiguen emocionar aunque estén bien interpretados (para lo que hay que interpretar). Finalmente, la trama tiene algunas cosillas algo estúpidas (Lobezno no detecta que Kalya sigue viva con sus sentidos infalibles, Lobezno entra en la isla acorazada como Pedro por su casa, Gámbito actúa a veces sin saber muy bien qué hace, el recurso de la bala de adamantium es una cutrada...) pero en general, y aunque no deja de ser un refrito, no aburre ni va a trompicones como la de la tercera entrega de los X-Men. Pero ya está: paren ustedes de contar porque aparte de esto no hay ni una sorpresa que llevarse a la boca en este blockbuster simplemente solvente.


Y, como siempre, queda por analizar los personajes, la parte más importante de un filme de estas características, en el que hay muchos mutantes diferentes con intereses diferentes. Se puede decir que no resultan estúpidos como en la requetemencionada "X-Men III" de Brett Ratner, pero tampoco inspiran nada más allá de ser "los buenos" y "los malos". Dientes de Sable es posiblemente el que despliega un poquito de más hondura debido a su relación con Lobezno, pero el resto pasan sin pena ni gloria: Kalya Silverfox hace un rol bastante insípido como novia del protagonista, William Stryker es "el malo" y no va más allá, Masacre es una bestia destructora que destruye y ya está y Gambito va y viene según le da y cambia de opinión sin parar. Los secundarios están al mismo nivel: aportan bastante poco y algunos no sirven más que para exhibir efectitos especiales. Para terminar, hay que mencionar que, siendo una precuela del primer "X-Men", "Lobezno" está llena de incoherencias: el protagonista y Dientes de Sable no se reconocen en aquella (y llevan una relación de hermanos enfrentados muy tormentosa), el encuentro de Lobezno con Stryker en "X-Men II" está explicado con pinzas (aunque por lo menos trata de explicarse), la aparición del Profesor Xavier se tambalea porque siendo el mutante ultrapoderoso que es no detecta nada que tenga que ver con Lobezno, de Gámbito no se dice nada en la trilogía... En fin, queda feo hacer una precuela y que las cosas no coincidan (y que se lo digan a George Lucas, jeje). "Lobezno" es una película fallida, divertida pero fallida: no es la bazofia más grande del cine de superhéroes (que ya hay bastantes por otra parte) pero es también completamente olvidable y bastante decepcionante en sus relaciones con el resto del universo mutante cinematográfico de Marvel.

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