Porco Rosso

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sábado, 9 de junio de 2012

DEPREDADOR II de Stephen Hopkins – 1990 – (“Predator II”)



Los Ángeles. 1997. La ciudad vive sumida en la destrucción y en el caos. Bandas criminales organizadas luchan entre ellas por el control de las calles y el teniente Mike Harrigan es uno de los tantos agentes de la Ley que combate día a día junto a sus compañeros para mantenerlas a raya. Sin embargo, ha aparecido alguien o algo en la vía pública que está eliminando con una brutalidad extrema a los miembros de estas bandas… A los de todas sin excepción. Pronto, también empieza a asesinar a policías. Harrigan se lanza a perseguir a esta cosa… Y descubre algo horrible que también le amenaza a él.


Stephen Hopkins es un director de cine familiar de todos los géneros mediocre en líneas generales y sin personalidad, aunque ha dirigido, junto a algunos horripilantes bodrios, alguna que otra película distraída. Su filmografía se compone de “Pesadilla en Elm Street V”, “Depredador II”, “Los jueces de la noche”, “Volar por los aires”, “Los demonios de la noche”, “Perdidos en el espacio”, “Bajo sospecha” y “La cosecha”.


Pocas secuelas producen sensaciones tan dispares como la de la mítica “Depredador”, “Depredador II”. Calificada por unos como bazofia infumable, por otros es ensalzada y puesta al mismo nivel que su primera parte e incluso por encima de ella. En mi opinión, es una digna secuela que destaca entre la mayoría de las secuelas de su época y de hoy en día y que consigue hacer pasar un buen rato frente a la pantalla, ya que, como la primera, no busca otra cosa. Después del éxito fulminante que tuvo su antecesora, era de esperar que se preparase un nuevo proyecto sobre el personaje. El director elegido fue el mediocre Stephen Hopkins, y el protagonista, después de la negativa de Arnold Schwarzenegger de volver a serlo, fue Danny Glover, que venía de protagonizar las dos primeras entregas de “Arma Letal” y que en breve iba a hacer lo propio con la tercera. La acción se sitúa en un 1997 ficticio, diez años después de la masacre de la primera entrega, con la que el filme sólo guarda relación en la aparición de un nuevo monstruo cazador, de un nuevo Depredador (aunque se mencionan de pasada, por establecer alguna conexión, los hechos acontecidos en aquella, al igual que ocurriría en la reciente tercera película de la saga, que también es otra historia independiente ambientada en este universo).


El filme narra, de nuevo, el enfrentamiento de un hombre contra el animal más salvaje, un hombre esta vez más común (un policía duro pero que en absoluto es un soldado experto en lucha) y un animal que ahora no está en un espacio natural, sino inmerso en plena civilización humana, a la que viene a cazar. “Depredador II” ha perdido toda la capacidad de sorpresa que tenía “Depredador”. Aunque sus víctimas no saben lo que empieza a atacarles, los espectadores sí. Esto reduce el filme a la mera contemplación de la lucha entre el protagonista humano y la máquina de matar, lucha que está ideada, rodada y coreografiada con menos espectacularidad y majestuosidad que la realizada por John McTiernan. Sin embargo, he de decir que, en mi opinión y a pesar de esto, mantiene Hopkins en todo momento la tensión y el ritmo, e incluso presenta algunas escenas realmente bien planificadas y llevadas a cabo, como las luchas en el metro o en el almacén de carne. El combate final en la nave de los Depredadores es genial, eso tampoco puedo negarlo, y abre nuevas puertas del mito del icono del terror y de la ciencia ficción descubriendo parte de su idiosincrasia y de su historia (por cierto que, aunque ya lo han repetido hasta la saciedad, hay un cráneo de un Alien colgado en la nave). “Depredador II” tiene un cierto aire kitsch y de serie B, tal vez involuntario o producto simplemente de una obra mal envejecida, que la hace realmente personal y entrañable, presentando unos personajes demasiado planos y caricaturizados pero que funcionan en un espectro casi paródico (especialmente los de los pandilleros de la ciudad). Es, también, bastante más sangrienta que “Depredador” (y miren que esta para su época lo era), presentando algunas escenas de violencia sádica y descarnada que rozan la gratuidad pero que colaboran a ensalzar el ambiente mencionado. A mi me parece una secuela, por lo menos, digna. La tercera entrega de esta saga, de 2010, ha suscitado también reacciones completamente encontradas.


1 comentario:

  1. Alguien me regaló hace muchos años este VHS usado y fué hasta hace poco que me decidí a verlo, solamente para poder emitir un juicio, y la razón por la que me rehusaba a hacerlo era porque no salía aquí Schwarzenegger. Sea como sea, si él no aceptó participar, debe ser por algo, me dije.
    de todos modos lo ví y aunque ni la historia ni mucho de lo que ahí ocurre vale la pena, creo que los decorados y la ambientación en algunas escenas es bastante buena... creo recordar un error de continuidad la primera vez que vemos un cuerpo colgando chorreando de sangre, pero vamos, comparado con lo demás, es pecata minuta!

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