Porco Rosso

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martes, 19 de junio de 2012

CREMATORIO de Jorge Sánchez-Cabezudo - 2011 - ("Crematorio")


El empresario de la construcción Rubén Bertomeu es el hombre más rico y poderoso de la localidad costera mediterránea de Misent y también su dios de la corrupción. Él hace y deshace a su antojo en el lugar, y tiene comprados a políticos, a altos funcionarios, a empresarios de toda clase e incluso a mafiosos. Ambicioso hasta el extremo y sin escrúpulos, lleva una vida exquisita de lujos constantes, y ha colocado a su familia, a su amante y a sus amigos en lo más alto de la escala social de la ciudad e incluso de más allá. Sin embargo, su vida, aparentemente blindada contra todo y contra todos, comienza a tambalearse cuando un viejo socio suyo se mete en problemas con un grupo de peligrosos rusos que llama la atención de la policía. Todo se empieza a desmoronar alrededor de Rubén, que va a recibir los golpes más duros de toda su vida.


Jorge Sánchez-Cabezudo, que alterna trabajos de dirección puramente comerciales con otros más personales, ha participado en la dirección y creación de destacadas o famosas series españolas como "Desaparecida", "Guante blanco", "Hispania", "Gran Hotel" y "Crematorio". También es el autor del excelente filme "La noche de los girasoles". Su carrera apunta alto en lo que a calidad se refiere si sigue en la línea en la que se está asentando.


Sí, pocos lo creían, pero era cierto. ¡Había vida inteligente en las series españolas! Dentro de la habitualmente triste produccion patria en lo referido a obras narrativas televisivas, "Crematorio", de Jorge Sánchez-Cabezudo y basada en una novela de Rafael Chirbes, brilla con luz propia entre tanta comedieta costumbrista progre-rancia, entre tanto drama de niñatos de instituto tópico, entre tanta recreación histórica salchichera, entre tanto intento frustrado de incursión en el género fantástico. Mucho se ha dicho de esta obra maestra de tan sólo ocho capítulos: que es una suerte de "The Wire" a la española, que recuerda al estilo de la HBO, que recuerda también al de las series de la BBC, que tiene un aire a "El Padrino", que es una especie de "Ciudadano Kane" mediterráneo etc. Basta con decir, pienso yo, simplemente que es una "serie seria", y punto. Es seria porque disecciona un asunto social y político verdaderamente serio e importante en este país (vaya, el que nos ha llevado en gran parte a la brutal crisis económica que por desgracia llevamos ya cuatro años y medio padeciendo), es seria porque sus actores y actrices están absolutamente soberbios (José Sancho lo borda, lo han dicho miles de veces, pero sólo de verlo en la piel de Rubén Bertomeu da tanto miedo como pena, y eso es extremadamente difícil de conseguir), es seria porque está maravillosamente ambientada y es seria porque, tras el asunto social antes mencionado que articula su trama (el de la corrupción y el de la entrega de miles de almas al mundo de la indigestión del ladrillazo), trata con gran agudeza otros tantos universales (el amor, la amistad, la fidelidad, las relaciones de familia de toda clase, la ambición, la traición, la hipocresía, el machismo, la vida sencilla contrapuesta con la vida de ostentación, la locura por el dinero, la mafia, la trata de blancas, el hastío vital del mundo moderno, las frustraciones sexuales, el esnobismo de los artistas y los tratantes de arte...). Finalmente, hay que apuntar que, aunque está ambientada en una localización ficticia, "Crematorio" ataca frontalmente a todo ese horrible mundo que, por desgracia, tan bien conocemos. Y es que Misent, la ciudad turística mediterránea del Levante de la que Rubén Bertomeu es el rey, es la Marbella de la locura de Gil y de los que vinieron después, es la Costa del Sol del ladrillo delirante -lo dice uno que es de Málaga-, es el Benidorm de los rascacielos absurdos, es la Valencia y la Cataluña del ladrillo igualmente delirante (y la lista sigue por desgracia).


Sánchez-Cabezudo no se corta un pelo a la hora de denunciar las corruptelas de los políticos y de los empresarios sin escrúpulos, los destrozos de la naturaleza perpetrados desde la frialdad más absoluta, el despilfarro de una clase social rica y aburrida de su vida de abundancia, las amenazas del submundo que late detrás de los edificios inmaculados y las piscinas brillantes. No se dan nombres, pero todos sabemos quiénes son estos personajes o en quiénes se inspiran, y no se libra ni un sólo partido político español, ni uno sólo de esos ex-alcaldes y dueños de emporios que todavía están liados en juicios interminables. El mencionado Rubén Bertomeu es el más reconocible de todos: un empresario endiosado que hace y deshace a su antojo y que, sin embargo, descubre que su mundo se tambalea a las primeras de cambio y por lo que menos podía esperarse. José Sancho entrega un personajazo con todas las letras, un ser odioso y a la vez triste, tan poderoso como desvalido, un hombre que se mueve sin cesar entre la ambigüedad emocional total y la fidelidad de hierro a los suyos. Le acompaña una galería de seres que también queda para la posteridad: una mujer florero de físico espectacular que es su amante y que le quiere a él tanto como a su dinero, una hija tratante de arte que no quiere tener demasiado que ver con él y con sus actividades pero que sin embargo tiene un nivel de vida altísimo gracias precisamente a ser hija de quien es; una vieja madre clasista y rancia y durísima con los que la rodean pero también finalmente débil y necesitada de afecto; un misterioso abogado, ambiguo y opaco; un agradecido, impulsivo y violento guardaespaldas; una vividora y derrochadora nieta, un antiguo socio y liante que le mete en problemas y le traiciona y otro socio y a la vez rival ruso que es todo un mafioso de tomo y lomo. El drama está servido, el drama del horror de la ambición desmedida, el drama del "sálvese quien pueda", el drama del "nadie conoce a nadie".


 "Crematorio", rodada en un estilo sencillo, directo, crudo y brutal pero a la vez pausado, con un peso tremendo de la sugerencia, con un maravilloso opening de Loquillo, es una obra maestra de la televisión española, un certificado de vida total y absoluto de nuestro formato de serie. Ojalá la mitad de nuestra producción le llegase a esta maravilla por los talones.

4 comentarios:

  1. "Los ricos nunca pueden ser demasiados. Si muchos tienen mucho dinero, el dinero pierde valor y ya no es útil". Rubén Bertomeu. Sin palabras para el arranque de una serie. Magnífica. Sí, hay vida en las series españolas, jajajaja. Excelente blog.

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  2. Totalmente de acuerdo, salvo en la canción de Loquillo. Realmente poco acertada.
    Por cierto, me encanta tu blog. Parada diaria obligatoria, aunque no comente

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  3. Excelente. Una muestra de que aquí también sabemos hacer la cosa. Parece que Canal Plus se ha propuesto ser la HBO española: además de esta gozada de serie, presentaron el año pasado "Que fue de Jorge Sanz" que también merece parada y fonda.

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  4. Dijeron "Es tan buena que no parece española". Y es verdad. Una maravilla. Paul.

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