Porco Rosso

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viernes, 23 de marzo de 2012

JOHN CARTER de Andrew Stanton - 2012 - ("John Carter")


John Carter, un veterano de la Guerra de Secesión que investiga el rastro casi perdido de lo que podría ser una extraña cultura desaparecida, es transportado sin saber por qué al planeta Marte, en donde tiene la habilidad de saltar muchísimos metros y una fuerza muy superior a la que posee en la Tierra. Allí, es capturado por los tharks, una raza brutal de guerreros que no quiere mezclarse en los combates entre Helium y Zodanga, dos bandos humanos enfrentados. John Carter, visto como una curiosidad por los tharks, que aunque no están en guerra viven en la decadencia, pronto descubre que puede ayudar al planeta rojo a salir de sus contiendas civiles con sus poderes y habilidades.


Andrew Stanton es uno de los habituales valores de Pixar, compañía para la que ha dirigido la aceptable "Bichos" y las geniales "Buscando a Nemo" y "Wall-E". "John Carter" es su primera e irregular película que no es de animación. Todavía pienso que es pronto para valorar su carrera conjunta.


Entre las creaciones míticas del gran escritor fantástico Edgar Rice Burroughs destaca, por encima de todas en fama, la del inolvidable Tarzán, aunque otro de sus grandes personajes es sin ninguna duda John Carter, protagonista de muchas de sus aventuras literarias y de su serie sobre Barsoom, su ficticio planeta Marte. "John Carter" es el primer intento de adaptación seria de la saga de este personaje después de la cutrada de serie B "Princess of Mars" que en 2009 protagonizó Antonio Sabato Jr. y dirigió Mark Atkins. El punto de partida es el de la primera de las novelas de Rice Burroughs, "Una princesa de Marte", y, aunque el filme es en todo momento esencialmente divertido (especialmente para lo que hay por ahí suelto en las carteleras) resulta más infantil que las obras a las que mira de frente, está lleno de irregularidades y va perdiendo fuelle conforme su trama va finalizando.


"John Carter" comienza bien: delinea bien el ambiente aventurero, dibuja bien al personaje en su Tierra natal y consigue hacer que caiga bien en toda su impetuosidad, crea interés por la atmósfera de un Marte de aura primigenia-antigua muy bien ambientado (lo está) y con encanto y mantiene ese interés con la presentación de las razas en guerra que habitan dicho planeta. Poco a poco, sin embargo, la cosa va virando hacia la clásica aventurita juvenil de buenos contra malos (con poco margen para otras interpretaciones de personajes) y llega la historia de amor forzada, los diálogos verborréicos, la exaltación de la heroicidad porque sí (con algún tufillo americanito colado por ahí) y los giros de guión precipitados (ese Carter convenciendo a todo un ejército a unirse a él en tres minutos) y, como consecuencia además de todo esto, el reparto, excelente, termina siendo desaprovechado casi por completo en unos personajes planos que no parecían serlo en sus inicios: ya no sólo hablo de la pareja protagonista, Taylor Kitsch y Lynn Collins, sino de grandes actorazos (unos sólo ponen las voces y poco más pero ahí están esas voces) como Ciaran Hinds (ese inolvidable Julio César de la soberbia serie "Roma"), James Purefoy (que coincidió por cierto con él como el también inolvidable Marco Antonio), Samantha Morton, Willem Dafoe, Thomas Haden Church o Mark Strong (que le está cogiendo el gusto a ser el malo malísimo más que Christopher Lee). "John Carter" empieza muy bien, pero termina siendo lo de siempre, más de lo mismo, y lo peor es que ni su giro final, que tiene su algo de frescura inesperada a pesar de ser simple, consigue levantar el conjunto. Lo que empieza como una destacada película de aventuras seria termina como una película de aventuras del montón, y es una pena.


Queda mencionar, además, que "John Carter" es presa de una infantilización terrible que va adueñándose de ella a la par que su guión va cayendo poco a poco en los tópicos y mediocridades arriba mencionados: empieza con una crítica a la guerra, con un personaje que no quiere involucrarse en las mantanzas de indios de los hombres blancos, con una raza de costumbres brutales que pelea por sus propias larvas y todo termina con el discursito amoroso/amistoso de siempre y con el happy end más tópico. Una pena, porque la película es esencialmente divertida, pero no a más allá y apuntaba otras maneras.

2 comentarios:

  1. Típica producción disney. Se puede ver, pero no deja de ser una más en el peor de los sentidos. Paul.

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  2. En general muy de acuerdo con tu crítica. Y coincido en que es una pena. Los héroes "pulp" no tienen suerte en el cine actual, y si no que se lo digan a los personajes del pobre Robert Howard.

    Hoy hablo de Tintin en mi blog, rajaaaaa!!!!

    Saludos.

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