Porco Rosso

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martes, 26 de marzo de 2019

TEMPLARIO II: BATALLA POR LA SANGRE de Jonathan English - 2014 - ("Ironclad: Battle for Blood")


Guy es un joven mercenario atormentado por las atrocidades que cometió en la Batalla del Castillo de Rochester y que malvive como boxeador de peleas ilegales, de taberna en taberna, de pueblo en pueblo. Un día, alguien le encuentra para reclamar los servicios de su espada: su familia, a la que no ve desde hace mucho tiempo, está asediada en su castillo por un grupo de brutales bárbaros escoceses. Es el momento para que Guy, tal vez, encuentre la redención.


"Templario" no me pareció una mala película. No he sabido hasta hace poco que tenía una secuela llamada "Templario II: Batalla por la sangre", y pensé primeramente que se trataba de una película hecha directamente para el mercado doméstico. Pero resulta que no. Y que además es el del mismo director, Jonathan English. Y en fin, la he visto, y es un bodrio infame. Otra historia con una conexión nimia con la primera entrega (sí, la hay, pero es eso: nimia) con las mismas premisas peor ejecutadas. Escenarios más cutres, actores menos conocidos y menos presupuesto. Y una historia de redención y de justicia muy tonta y predecible, mal ejecutada, con personajes que no vienen a cuento (el del verdugo no sé qué pinta por allí, es una tontería), con diálogos malos. El asedio se hace pesado en toda la parte final, y English soluciona muchas de sus escenas con combates pencos montados a cámara lenta y con música dramática. Absolutamente lamentable: un "tic" digno de las peores producciones televisivas. Sí destacaría en ella, por decir algo, su representación de la Edad Media en Inglaterra: gris, sucia, alejada de todo lo épico. Y también, que es bastante sangrienta, a veces hasta algo gore. Pero son gotas minúsculas en un océano inmenso de torpeza y mediocridad totales. "Templario II: Batalla por la sangre" es un truño bastante infame con prácticamente ningún acierto y que no aporta absolutamente nada a su saga. No merece la pena perder ni un minuto con ella.


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