Porco Rosso

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jueves, 29 de noviembre de 2018

LA BALADA DE BUSTER SCRUGGS de Joel e Ethan Coen - 2018 - ("The ballad of Buster Scruggs")


Seis historias ambientadas en el salvaje oeste. Un forastero llega, tocando su guitarra, a un pueblo donde se mete en líos. Un cuatrero trata de asaltar un banco y se encuentra con un problema inesperado. Dos artistas ambulantes recorren poblaciones diversas buscándose la vida como contadores de historias. Un viejo buscador de oro encuentra pepitas en un río y se obsesiona con hallar allí un gran filón. Dos hermanos viajan en una caravana con otros colonos, pero algo pasa en el camino. Cinco individuos muy diferentes van en una diligencia y la conversación entre ellos se torna cuanto menos curiosa.


Los hermanos Coen saltan a Netflix y se marcan con "La balada de Buster Scruggs" una broma que tal vez para unos sea pesada y que para otros será deliciosa. La película está compuesta de seis historias independientes ambientadas en el salvaje oeste, y todas, de diverso "género" dentro de su "género", tienen bastantes rasgos de su firma particular: personajes extravagantes, humor negro, referencias inteligentes y absurdas y sentido de lo épico. El filme es estimulante por lo diverso de su propuesta, pero también es muy irregular, como suele pasar con muchas "películas de segmentos". El primer capítulo, que es el que da nombre al título de la película, es una desternillante historia de auténtica coña protagonizada por un Tim Blake Nelson absolutamente magistral e inolvidable. Mucho humor negro y una sorpresa divertida para ir abriendo boca. La segunda, es un ejercicio de comedia negra con un James Franco atrapado en una serie de catastróficas desdichas con mucha acción y muchos tiros, vaqueros, indios, asaltos a bancos y bromas que parodian de nuevo al western clásico. Muy divertida. La tercera, una de las que menos me ha gustado, es una marcianada kafkiana, oscura, simbólica, con muchas lecturas, algo que es muy del gusto de los hermanos de Minessota y que remite a esas películas suyas como "Barton Fink" o "Un tipo serio", enigmáticas y estimulantes. Creo que en este caso, sin embargo, les ha salido regular, o, por lo menos, a mi no me ha dicho nada. Para gustos, ya saben.


La cuarta historia es la que más me ha gustado: un absolutamente genial Tom Waits busca oro en un valle apartado y ocurren cosas que no voy a revelar. Tiene un cierto color de corte "technicolor" que remite al cine clásico, sobrecargado, descolorido en parte, y que le da un aura onírica bastante sugerente y entrañable (lo cual hace juego con una historia brutal de violencia y lucha por la vida en plena naturaleza). La quinta, es la más "seria": es una trama épica, de fatalidad, de crudas casualidades, bastante descompensada pero con algunas escenas fantásticas, especialmente las de acción, que son un prodigio de inventiva y épica clásica. Muy descompensada, como he dicho, pero con puntos interesantes. La sexta y última me suena a broma: es un homenaje al thriller, o así por lo menos lo veo yo, mezclado con las constantes de las "películas de diligencias". Su desenlace no me convence, aunque la ambientación es muy buena y el manejo del tiempo está clavado. "La balada de Buster Scruggs" es una pirueta humorística cachonda y desprejuiciada, irregular pero con puntos interesantes. No es lo mejor de los Coen, pero no desentona en su obra y divierte y, desde luego, personal es, como siempre.


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