Harry pasa por una brutal depresión tras la muerte de su esposa, asesinada en circunstancias extrañas. Obsesionado por el crimen, trata de investigarlo desde un lugar privilegiado: su propio puesto de trabajo como vigilante de un centro comercial. Harry vive en una espiral de delirio constante. Aunque, poco a poco, va haciendo averiguaciones que le acercan a su objetivo.
La primera película verdaderamente personal de Nicolas Winding Refn es "Fear X". Es su tercera obra tras las irregulares "Pusher" (primera parte) y "Fuera de sí", y es la que da el pistoletazo de salida a su carrera más genuina, ya que le seguirían las dos siguientes entregas de la mencionada "Pusher" y, luego, "Bronson". Protagonizada por un John Turturro que, como siempre, está en estado de gracia, narra una historia negra con toques simbólicos en un ambiente enrarecido: este tipo de filme sería uno de los constantes del director danés. Un hombre común, destrozado por el asesinato de su esposa, lo investiga desde su puesto de trabajo: vigilante de un centro comercial. "Fear X" es críptica, compleja, oscura, nada fácil. Su trama se sale de los cauces habituales y huye del thriller de venganza al uso. Su protagonista se hace preguntas más allá de esta venganza, y no es un hombre sediento de odio "per se". Winding Refn apuesta por algo diferente, y sabe que no va a contentar a todo el mundo, pero no se echa atrás. Su ritmo es pausado, su estética elegante y a la vez absorbente, su ambientación enrarecida, su fotografía bellísima, sus personajes comedidos, así como su tratamiento de la violencia, y sus diálogos son siempre inteligentes, lúcidos y los justos y necesarios. Y todo además toma un cariz de verdad inesperado, con dilemas morales interesantes y bien tratados y sustentado en un drama muy bien llevado. Su desenlace, tal vez demasiado críptico y abierto a multitud de explicaciones, no convencerá a muchos, como no han convencido tampoco los de otras obras del autor de este estilo y también bastante inclasificables como "Valhalla Rising", "Sólo Dios perdona" o "The Neon Demon".
En este caso, y sin ser precisamente un gran fan de estas tres películas mencionadas (sobre todo de las dos últimas, que creo que son de lo más fallido que hasta ahora tiene su creador), creo que Nicolas Winding Refn está aquí más acertado y logra llegar mucho más al espectador. Algo parecido pasa, por ejemplo, con "Cabeza borradora" y "Carretera perdida" de David Lynch, que siendo del mismo creador, valga la redundancia, es más accesible la primera en sus intenciones que la segunda, excesivamente cerrada. "Fear X" sí es, por fin, el punto de partida de una carrera muy irregular tal vez, pero muy personal. Por desgracia, fue un fracaso económico estrepitoso y hundió a la productora Jang Go Star, que Winding Refn había creado para la ocasión. Por suerte, se repuso y siguió realizando obras muy destacadas en líneas generales.
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