Porco Rosso

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miércoles, 28 de febrero de 2018

YO, TONYA de Craig Gillespie - 2017 - ("I, Tonya")


Años ochenta. Tonya Harding es una joven que, para contentar a su exigente y violenta madre, ha dedicado toda su vida, desde que era una niña pequeña, al patinaje sobre hielo. Esto la ha convertido en una experta en esta disciplina y en una promesa llena de futuro. Tonya empieza a participar en torneos de categoría, y allí empieza a destacar y a ascender sin parar. Sin embargo, su vida no es una vida feliz en absoluto... Y va a encontrar montones de trabas, problemas y personas que van a frenarla.


Craig Gillespie es un director australiano que, afincado laboralmente en los USA, se ha formado dirigiendo esencialmente comedias, a las que ha intentado dar un cariz serio y autoral, no siempre con éxito. Su filmografía se compone de "Cuestión de pelotas", "Lars y una chica de verdad", el remake de "Noche de miedo", "El chico del millón de dólares", el filme de catástrofes "La hora decisiva" y la comentada "Yo, Tonya".


"Yo, Tonya" es la mejor película hasta la fecha de Craig Gillespie, habitualmente irregular. Biopic de Tonya Harding, la que según muchos fue la mejor patinadora sobre hielo de los Estados Unidos, tiene, como los buenos biopics, la capacidad de ir más allá de la historia personal que narra para analizar la sociedad de su momento, los USA de los años ochenta y noventa, que parecen no haber cambiado demasiado en muchas cosas. Figura extremadamente polémica y famosa en su tiempo, Tonya Harding fue una de las mejores de su arte (para muchos la mejor), pero también fue una mujer con una vida de mierda que se vio arrastrada por las malas o ineptas personas que la rodeaban y, de la misma manera, por sus propios errores. "Yo, Tonya", recreando las entrevistas en las que se basa a modo de trazas de documental, es un retrato del machismo de una sociedad hipócrita que vive de cara a la galería y de una mujer que trata de destacar llevando la contraria a esta sociedad. Su vida es épica, en gran parte, pero también es terrible. Gillespie, y esto lo hace muy bien, no se limita a contar solamente la parte buena del personaje al que trata, sino que lo redondea a la perfección ofreciendo sus caras luminosas y oscuras. Tonya es valiente, luchadora, atrevida, feminista en muchos aspectos, pero también machista en otros, dependiente, débil en el fondo y cabezona tanto para lo bueno como para lo malo. Es capaz de plantarle cara a un jurado que la va evaluar y mandar a sus miembros al carajo públicamente, pero también se engancha amorosamente de un auténtico merluzo que no vale ni un céntimo. Los que la rodean, son iguales. Pueden ser madres o maridos entregados, pero también monstruosos.


La estética, que recrea el granulado de las televisiones de aquellas décadas, es la adecuada, y no hay maniqueísmo ni juicios de valor en la trama, que siempre trata de ver desde todos los ángulos. Y Margot Robbie está inmensa: soberbia. Sencillamente inolvidable. Pone los pelos de punta y entrega un papelón. Y no olvido tampoco a un actor poco conocido aún como Paul Walter Hauser, que clava a un personaje despreciable con una gracia y una grima sin par. "Yo, Tonya" es un buen biopic con una protagonista en estado de gracia y que, como he dicho, rehuye sin cesar del maniqueísmo o del simple retrato simplón de alguien heroico para bucear en un mundo lleno de aristas y donde nada es ni totalmente blanco ni totalmente negro. Y repito: viva Margot Robbie. Esencialmente muy recomendable.


1 comentario:

  1. Quiero verla!!! Desconocía la historia de esta patinadora.

    Un saludoOo enorme!!

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