Porco Rosso

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miércoles, 10 de enero de 2018

PUSHER III: SOY EL ÁNGEL DE LA MUERTE de Nicolas Winding Refn - 2005 - ("Pusher III")


El mafioso serbio Milo ha conseguido montar y mantener su negocio del crimen en Copenhague tras muchos años de trabajo duro e incesante. Sin embargo, ahora todo está amenazado por una banda de albaneses que está tratando de comerle poco a poco su territorio. Por eso, mientras organiza el cumpleaños de su hija y mientras trata de controlar su adicción a las drogas y al alcohol, va a tener que pararle los pies a los que quieren aprovecharse de su esfuerzo. Y Milo es un gangster de armas tomar y con una experiencia que otros más jóvenes no tienen...


Y un año después de "Pusher II: Con las manos ensangrentadas", llegó la tercera parte para cerrar la trilogía de los bajos fondos de Copenhague de Nicolas Winding Refn. En "Pusher III: Soy el ángel de la muerte", tenemos la historia más original e interesante de todas y, también, la mejor de las tres películas desde mi punto de vista. Recuperamos ahora al personaje de Milo, el mafioso serbio, y recorremos un "ajetreado" día en su vida, un día en el que tiene que defender su territorio de una banda rival de gangsters albaneses. Zlatko Buric entrega un papelón, y consigue meternos en la piel de un ser despreciable y terrible que, sin embargo, también tiene su momento para ejecutar actos con cierto tinte heroico o para desarrollar algo de empatía. Milo es amenazado por sus rivales en un día de locos en el que, además de luchar contra ellos, tiene que encargarse del cumpleaños de su consentida hija mientras sus matones se ponen enfermos del estómago o asiste a sus reuniones habituales de toxicómanos en recuperación para tratar de luchar contra su adicción a las drogas. Cotidianeidad brutal de un ser brutal. Eso es "Pusher III", que deja espacios también para la poesía urbana y para momentos más reflexivos, en la línea del Winding Refn habitual que en la primera "Pusher" todavía no estaba desarrollado. Es, además, esta obra, la más cruda y bestia de las tres de la colección: hay un momento casi de humor negro que llega a ser puro gore y que deja al espectador bastante en shock, pensando si ha de reírse o llorar, verdaderamente original y conseguido.


Todo está rodado por Winding Refn con una cámara cercana, sucia, nerviosa, que retrata este ambiente oscuro de una forma casi documental y que nos acerca al mundo de la mafia desde una verosimilitud tan escrupulosa que da miedo, sin hacer alardes épicos como otros filmes negros, retratando este ambiente en toda su cutrez espantosa y deshumanizada. Violencia, prostitución, drogas, inmigración, se dan la mano en un retrato de un hombre poderoso que ya está de capa caída tremendamente creíble, que lleva su negocio del crimen como el que lleva un restaurante. "Pusher III: Soy el ángel de la muerte" cierra espléndidamente una trilogía que aventuraba una excelente filmografía.


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