Porco Rosso

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jueves, 12 de enero de 2017

TITANIC de James Cameron - 1997 - ("Titanic")


1912. Jack, un joven artista bohemio que desea llevar una vida de aventuras, gana en una partida de cartas un pasaje para viajar desde Inglaterra a los Estados Unidos en el Titanic, el barco más lujoso y seguro nunca construido. Lleno de energía, se embarca hacia lo desconocido y en la nave conoce a Rose, una joven aplastada por una familia hipócrita de la que se enamora. Entre ellos surge una conexión única. Pero Rose está ya prometida con un hombre rico al que no quiere y, además, algo terrible va a ocurrir en alta mar, algo que nadie jamás ha imaginado que pueda ocurrir.


"Titanic" es la película más "rara" dentro de la filmografía de James Cameron. Es la única de todas sus películas que no pertenece al género de la acción y/o de la ciencia ficción y trata de resucitar el género de las catástrofes y de las grandes historias épicas de amor del Hollywood clásico y dorado. Lo consiguió: aunque inicialmente le auguraban muchos el ser un gran fracaso, resultó un éxito tanto de taquilla como de crítica. "Titanic" ha sido bastante criticaba siempre por tratarse, según muchos, de una película ñoña y llena de tópicos para el lucimiento del guapito de turno de finales de los noventa: Leonardo Di Caprio (que ha demostrado ser con el tiempo uno de los intérpretes más geniales y variados de la industria americana y le ha dado en la boca a más de un agorero barato). Lo cierto es que, digan lo que digan, "Titanic" es un buen filme. Tiene algunas partes endebles (especialmente en el desarrollo de secundarios, a los que en tres horas de metraje se les da poco papel), pero nada más que se pueda reprochar. Técnicamente es fascinante, y sin necesidad de tantos efectos especiales como hoy tenemos: ver al gigantesco barco partirse en dos y hundirse es una delicia para todo fan del cine de catástrofes que se precie. Y la recreación histórica es totalmente fidedigna (Cameron adora los barcos y el mar y estaba desde siempre obsesionado con llevar esta historia a la gran pantalla). Y finalmente el guión es más que solvente y sabe recuperar ese cine épico del que hablaba antes: el del mejor Hollywood, el de grandes historias largas y heróicas y exaltadas si quieren pero que ataban a la silla a generaciones enteras. Hay mucho en "Titanic" de "Lo que el viento se llevó", de "Cleopatra", de "Doctor Zhivago" y de varias grandes obras más de este género. Y el retrato social es certero y sabe revisar con ojo agudo el clasismo de una época hipócrita y machista. Sí, es cierto que el desenlace no es satisfactorio del todo porque tiene algunas cagadas (especialmente yo también pienso que hay algún personaje que muere por la cara), pero se puede pasar porque el resto es excelente. Y Leonardo Di Caprio y Kate Winslet supieron ir mucho más allá de este gran éxito que pudo ensalzarles y a la vez hundirles y hoy son dos actores inmensos. Bien por ellos y por un James Cameron que supo arriesgar y ganar.


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