Porco Rosso

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viernes, 5 de agosto de 2016

LENNY de Bob Fosse - 1974 - ("Lenny")


Principios de los años cincuenta. Nueva York. Lenny Bruce es un monologuista cómico que trabaja en locales nocturnos de poca monta y que practica un humor irónico y salvaje, totalmente desprejuiciado y que despelleja sin piedad al "American Way of Life". Poco a poco, va adquiriendo fama por sus chistes subersivos. Poco a poco, las cosas comienzan a irle bien y conoce a Honey, una bella bailarina con la que empieza una relación. Sin embargo, la sociedad norteamericana, pacata y rancia, no está dispuesta a tolerar que alguien como él se haga famoso... Y Lenny Bruce no va a dejar de tener un problema tras otro a causa de su humor hasta el fin de sus días.


"Lenny" es tal vez la película más extraña dentro de la corta filmografía de Bob Fosse y, para mi, es la mejor de las cinco que dirigió en su también bastante corta vida. El director se salió de su línea habitual de musical para rodar un filme en crudo y bello blanco y negro con toques documentales (retazos de falsas entrevistas insertadas) sobre Lenny Bruce, un famoso humorista norteamericano que, autor de chistes y gags completamente subversivos en su tiempo contra todo lo que representaba el rancio y pacato "American Way of Life", se convirtió en una de las figuras más representativas de la historia de su arte en los USA. Se abandona todo artificio para retratar una época clave para la contracultura norteamericana en un estilo fieramente realista, sin efectismos, a veces sucio incluso. Lenny Bruce es un Dustin Hoffman soberbio, magnifico, del todo inolvidable que se ha hecho a pulso con su lugar en la historia del cine. El gran actor nos regala en esta película uno de sus papeles básicos, una de sus mejores interpretaciones. Sin aspavientos, comedido, irónico y mesurado, Hoffman borda a un individuo desperdiciado e incomprendido en una sociedad terrible que lucha contra viento y marea para ejercer su derecho a decir lo que piensa públicamente y a decirlo como le venga en gana le cueste lo que le cueste. Por supuesto, también tiene sus claroscuros, sus demonios, sus posiciones intransigentes y soberbias, y esto, unido a los excesos, le pasa factura en su vida más temprano que tarde. Bob Fosse traza un drama preciso y desgarrador, inteligentísimo y fatalista, lúcido y siempre divertido también (con mucho humor negro), sobre el fracaso y el éxito póstumo, sobre una sociedad hipócrita e intransigente que no tolera la opinión del diferente y que reprime con mano férrea al que se sale de lo establecido.


El heroísmo de Lenny es su única forma de salir adelante, unido a la transgresión que practica también en su vida privada, llena de experimentos con las drogas y de sexo rebelde. Se ponen en la picota el racismo, la represión sexual, la frustración vital del americanito medio, el aborto, la guerra (la de Vietnam sobre todo, uno de los asuntos más polémicos de los USA en su día), el recatamiento barato (Lenny soltaba palabrotas por doquier) y el Sueño Americano con todas sus incongruencias en general (y todo esto seguía en boga por desgracia en 1974, el año del filme, y hasta hoy en día). Lenny Bruce fue un cómico inigualable en su día, muy lejos de tantos monologuistas de hoy que tratan temas insustanciales o políticamente correctísimos. Bob Fosse retrata maravillosamente su alzamiento y su caída, un asunto que trataría también, aunque de forma diferente, en su personal "Empieza el espectáculo". Los números cómicos del filme, en los que Dustin Hoffman pone toda la carne en el asador (que son además calcados a los reales, pueden comprobarlo, hay algunos grabados y fotografiados) y que parecen sacados de un documental, son una delicia. Por el propio Hoffman y por el ritmo y el sentido del espectáculo que les imprime un Fosse en su salsa, que se calza las escenas como guantes. "Lenny" es una de las películas básicas de su década.


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