Porco Rosso

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martes, 28 de junio de 2016

STEVE JOBS de Danny Boyle - 2015 - ("Steve Jobs")


24 de enero de 1984. Steve Jobs y su equipo están a punto de presentar al mundo el Macintosh en un gran acto multitudinario. Cunden los nervios y Steve, presionado por la junta directiva de la compañía, está insoportable con todos los que le rodean. Ante él está el que puede que sea el momento más importante de su vida... Una vida llena de claroscuros que va a poner uno de sus pies en la genialidad y otro en la banalidad y el egocentrismo más absolutos.


Suelo seguir a los directores que me gustan, incluso cuando hacen películas que no me interesan. Aún así, he estado seis meses demorando el ver esta "Steve Jobs" de Danny Boyle que se estrenó en enero porque, la verdad, es que la vida del personaje que da nombre al filme me importa bastante poco. Idolatrado por una gran parte de nuestro amoral mundo ultracapitalista como símbolo de éxito, a mi me parece que, si bien es cierto que cambió concepciones decisivas de nuestra relación con la tecnología, no es un personaje que se merezca tanta atención como se le da. No ha hecho nada por nadie, no ha cambiado situaciones sociales injustas, no ha dado ninguna medicina ni ninguna obra de arte a la historia. De hecho, era bastante mala persona, y creo que se ha convertido en una personalidad mítica también en parte por haber muerto antes de los sesenta a causa de un devastador cáncer de páncreas. ¿Qué puede interesar a priori de un filme sobre su vida? Pues, por lo menos desde mi punto de vista, el elemento crítico a ese gran "nuevo poder" que desde hace pocas décadas ejercen los grandes magnates de la tecnología, que en más de una ocasión no tienen nada que envidiar a esos viejos William Raldoph Hearst tan ricos en lo monetario y tan pobres en lo personal. Pero "Steve Jobs" no es un Gran Gatsby, y queda a años luz de "La red social", filme con el que está emparentado en temática y que está además escrito también por Aaron Sorkin y que es mucho más brutal e incisivo (Mark Zuckerberg sale aquí mucho peor parado). Danny Boyle es un maestro de la cámara y sabe desplegar su filme en tres dinámicos actos, como si una obra de teatro fuese, para narrar los tres grandes momentos de las presentaciones de proyectos de Jobs y destriparle a la vez. La cosa es que es "destripe" se queda a medias: al personaje de turno se le retrata con todos sus claroscuros pero se es finalmente muy condescenciente con él y se le redime.


"Steve Jobs" es técnicamente preciosa, y narrativamente imaginativa y dinámica, y además su reparto está en total estado de gracia. Sí, y Michael Fassbender como Jobs está fantástico, exultante, maravilloso. Pero el filme, como he dicho, se queda a medias. Retrata a un hombre hecho a sí mismo que no tiene miedo de fracasar y que personifica el tesón en pos del triunfo (el Sueño Americano, en definitiva) pero también resentido con su pasado, malo con los que le quieren y pésimo con el resto, megalómano y henchido de ego desbocado, resentido con el mundo, despiadado con los débiles. aprovechado y ladrón de ideas de otras personas y absolutamente gilipollas en líneas generales. Un genio de lo comercial y una persona despreciable. Como crítica al mencionado Sueño Americano funcionaría todo si no se finiquitase la película con un desenlace como he dicho condescenciente, redentor, buenista y que casi parece perdonar a estos grandes magnates. Todo lo contrario que "La red social", y aunque se llevan cinco años ambas películas, las comparaciones son del todo odiosas. "Steve Jobs" podría haber sido muy interesante, pero se queda en un biopic crítico a medias sobre un personaje que, insisto, no creo que haya hecho nada extraordinario por la humanidad para ser tan idolatrado. De lo más flojito de Danny Boyle.


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