Porco Rosso

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sábado, 9 de abril de 2016

RUTA SUICIDA de Clint Eastwood - 1977 - ("The Gauntlet")


Ben Shockley es un policía con problemas con la bebida al que se le asigna el traslado desde Las Vegas hasta Phoenix de Gus Mally, una prostituta que supuestamente puede testificar contra importantes mafiosos y políticos corruptos. Ben pronto descubre que el caso no va a ser nada fácil: alguien va a intentar asesinarlos desde el principio del camino, por lo que tendrá que unir sus fuerzas con su protegida para poder sobrevivir y hacer cumplir la Ley.


Todos los artistas tienen sus obras menores o sus encargos puramente alimenticios, y Clint Eastwood no es una excepción, especialmente durante su primera etapa. "Ruta suicida" es una de esas obras. Rodada entre dos películas mucho mejores como son "El fuera de la Ley" y "Bronco Billy", se trata de una copia algo barata de las películas de la saga de Harry el Sucio, de la que intenta aprovechar claramente su tirón comercial, con mensaje a favor de la mujer representado en el personaje de Sondra Locke, marginado por su condición y por su oficio sexual pero que se revela contra el mundo machista en el que le ha tocado vivir e incluso salva la papeleta de su compañero de aventura -Clint, claro- en bastantes ocasiones. Interesante, pero no ayuda a que se alce el resto, un conjunto bastante trillado, con personajes bastante tópicos, con escenas de acción bien realizadas pero bastante poco realistas (cuando el tono de la cinta es o por lo menos trata de ser éste), con una denuncia política de la corrupción bastante "básica" y "light", con unas actuaciones secundarias discretitas y con un Clint Eastwood protagónico soltando frases lapidarias y haciendo como he dicho de transgénico de Harry el Sucio algo deslucido ya y sin la gracia de éste (la gracia que tenía en la primera película, porque luego es un puro chascarrillo andante). El aspecto técnico de la cinta es correcto, y hoy se puede ver con nostalgia "setentera" y resulta esencialmente entretenida. Eastwood no se marca, ni tampoco lo pretende aquí, una de sus mejores obras, pero tampoco deja de resolverlo todo con un mínimo de oficio, el justo para que la cosa por lo menos resulte como he dicho entretenida, distraída. "Ruta suicida" se puede ver, pero nada más. No desagrada, pero lo cierto es que no es más que uno de esos thrillers de tres al cuarto que se olvidan completamente al poco de haberlos visualizado y que son carne de programación de domingo de resaca o de madrugada de canal de acción. Yo la recomendaría sólo para completistas de su director, que ha rodado cosas mil veces mejores. Para el resto, poco interés tiene.


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