Porco Rosso

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viernes, 18 de marzo de 2016

EL CÍRCULO de Jafar Panahi - 2000 - ("Dayereh")


Una mujer da a luz a una niña y cunde el pánico en su familia porque esperaban un niño. Tres mujeres encarceladas tienen un permiso especial para estar fuera de prisión y tratan de alcanzar una nueva vida. Una mujer busca la ayuda de una amiga que trabaja en un hospital para que le ayude a abortar porque su embarazo no es deseado. Una madre abandona a su hija en la calle con la esperanza que la adopten unos viajeros occidentales. Una prostituta ejerce su trabajo en la sombra y es denunciada por uno de sus clientes. Todas estas mujeres viven en Teherán, y todas son marginadas y oprimidas por la sociedad de Irán.


Jafar Panahi es uno de los directores más valientes del mundo del cine. Con "El globo blanco" y "El espejo" se atrevió a realizar apuntes críticos sobre la represiva sociedad de Irán, su país, pero ya en "El círculo", la película que le hizo famoso en todo el planeta, la crítica era frontal y abierta. "El círculo" es una obra de denuncia de la situación de la mujer iraní, sometida en absolutamente todo al hombre y tratada como un objeto. La trama es, como el nombre del filme indica, circular, y dentro de este círculo vicioso se mueven sus protagonistas, todas mujeres, todas aplastadas por el régimen de la República Islámica, todas marginadas y todas tratadas como esclavas sin derecho a la libertad. El comienzo de la película ya sólo pone los pelos de punta: una mujer da a luz una niña en vez de un niño y cunde el pánico en su familia porque una hija vale mucho menos que un hijo. Seguidamente, recorreremos un grupo de historias que van saltando de una a otra donde conoceremos la realidad cotidiana terrible de mujeres que han salido de la cárcel (por crímenes que no son crímenes) y que son despreciadas por todos, de mujeres que no pueden tomar un transporte público por ir sin la compañía de un hombre, de madres que intentan abandonar a sus hijas para que viajeros occidentales las adopten y puedan tener vidas dignas en un lugar donde no les cierren todas las puertas solo por ser mujer, de esposas sometidas al marido en todos los aspectos de su vida, de prostitutas cuyos servicios son requeridos por los propios hombres que luego las desprecian y las denuncian públicamente. El hombre en todas estas historias apenas aparece en caracteres importantes: deambula como una sombra de un lado a otro y solamente existe para oprimir, para mandar, para reprimir, para moralizar desde la pura hipocresía o para arrestar,


Pocas denuncias del machismo hay tan brutales, contundentes y demoledoras como la de "El círculo", película que me extraña que no hubiese causado a Panahi más problemas en su país en su momento (el director pisaría la cárcel y conocería el arresto domiciliario por desgracia más tarde, pero por otros asuntos relacionados también con la exigencia de libertad en Irán o por otros de sus filmes)."El círculo" está rodada en un estilo seco, sobrio, casi amateur, con toques de documental, como lo están prácticamente todas las obras de este director. Se desarrolla a lo largo de todo un día y priman los espacios o cerrados o nocturnos, opresivos, que la cámara, cercana y agobiante o lejana y deshumanizada, capta con todo el realismo. Los diálogos son duros, cargados de denuncia, de fatalidad, de pesimismo. Los personajes están descorazonados, pero aún así sacan fuerzas de flaqueza y una enorme dignidad para seguir adelante (me quedo con el de la prostituta, absolutamente genial y maravilloso). "El círculo" es una película necesaria, y una denuncia impecable de algo terrible que todavía ocurre en medio mundo.


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