Porco Rosso

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viernes, 22 de enero de 2016

MR. ARKADIN de Orson Welles - 1955 - ("Mr. Arkadin")


Guy Van Stratten es un marinero norteamericano, trapichero de poca monta, que está pasando una temporada en Europa y que un día encuentra a un hombre moribundo que le dice un nombre que según afirma "es muy valioso": "Mr. Arkadin". Guy, comido por la curiosidad y la aventura, comienza a buscar a este personaje... Y descubre que es un gran multimillonario que vive en la Costa Azul. Para su sorpresa, el propio Mr. Arkadin le propone un trabajo: padece amnesia y quiere que él investigue sobre su propia vida e intente reconstruir su pasado.


La historia de la filmografía de Orson Welles es la historia de montones de proyectos inacabados y de otros cuantos lastrados por la asfixia financiera y los problemas con los productores. "Mr. Arkadin", película de la que él mismo dijo que era la mejor que nunca había creado y que se había quedado en "una chapuza" por culpa de los que tenían el dinero, fue una co-producción entre España, Francia y Suiza y el rodaje fue un completo desastre. Welles vivía aplastado por las exigencias de sus mecenas y por constantes complicaciones que le impedían cumplir los plazos de rodaje y producción y al final se la quitaron de las manos en la sala de montaje. Posiblemente fuese como él mismo dijo una de sus mejores películas si le hubiesen dejado la libertad que necesitaba. Pero no se la dejaron, desgraciadamente, y "Mr. Arkadin" aparece como una de esas pocas pero desde luego existentes manchas en la filmografía gloriosa de este gran director. La película, a menudo acusada de ser una suerte de "remake" de "Ciudadano Kane", sigue los pasos de otro millonario hasta descubrir sus grandes secretos y dejar para el espectador la sugerencia en el aire de otros cuantos de sus grandes misterios. Es uno de los asuntos predilectos y que más apasionaron siempre a Welles: la búsqueda de la identidad, la relación entre la verdad y la mentira, el tormento de grandes megalómanos que también son víctimas de la sociedad a pesar de su riqueza, las relaciones personales que se dan alrededor de estos megalómanos. Él, ombliguista como era, se reserva una vez más el papel principal y lo interpreta de forma genial, como siempre. Es Mr. Arkadin un personaje afectado, pomposo, misterioso, creído de sí mismo pero interiormente hundido, petulante y pretencioso: a Welles estas interpretaciones se le dieron siempre muy bien (tal vez porque él mismo era así en su vida real; no lo sabemos, pero algunos hechos y cosas que conocemos de él apuntan bastante en esta dirección). Por desgracia, a pesar de la interpretación, el conjunto no cumple.


"Mr. Arkadin", basada en una novela del propio Welles por cierto, es un atropello de escenas algo deslavazadas. Se nota que en la sala de montaje metieron las tijeras de mala manera y, además, se nota que el rodaje fue, efectivamente, un caos. Hay escenas que no están directamente bien rodadas, que son bruscas, como cortadas de golpe por las exigencias del dinero y del tiempo, los cuales Welles no tenía. Los personajes no están bien definidos, ni siquiera el principal, por muy bien interpretado que esté, mientras que los diálogos se pierden a veces en ampulosidades y resultan demasiado pretenciosos para después quedarse a la mitad en estas pretensiones (porque además hay bastantes lagunas en el guión). Me creo que la culpa del fiasco de esta película no fuese de Orson Welles. Siempre fue un gran director, pero tuvo mucha mala suerte y fue demasiado adelantado a su tiempo en muchas cosas que no le vinieron bien. Es una pena. "Mr. Arkadin", situada entre sus dos maravillosas incursiones shakesperianas ("Macbeth" y "Otelo") y entre su soberbia "Sed de mal" (menos mal que aquí sí que le dejaron hacer todo lo que quiso), se queda como una obra claramente menor y olvidada.


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