Porco Rosso

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martes, 8 de diciembre de 2015

NO HABRÁ PAZ PARA LOS MALVADOS de Enrique Urbizu - 2011 - ("No habrá paz para los malvados")


Santos Trinidad, un policía de Madrid, entra una noche en un prostíbulo de las afueras de la ciudad. La camarera le dice que está cerrado pero él se empeña en tomarse una copa por la fuerza y para ello la amenaza enseñándole la placa. El portero del lugar hace acto de presencia y también el dueño... Santos Trinidad parece buscar algo de ellos... Y comienza una terrible intriga criminal llena de secretos y de violencia.


Aunque no ha llegado a las cotas de soberbia de la que para mi es su indiscutible su mejor obra, "La caja 507", "No habrá paz para los malvados", la hasta ahora última película del poco prolífico pero desde hace una década nunca decepcionante Enrique Urbizu y su retorno al thriller tras el drama de la excelente "La vida mancha", me parece más que notable y, desde luego, uno de los mejores policíacos del cine español de los últimos años. Aunque es cierto que el filme adolece de cierta falta de información final y de unos personajes a los que les puede faltar algo más de desarrollo, es a todas luces un "noir" más que destacado. Con un sabor castizo, macarra, sucio y oscuro que recuerda bastante al "cine kinki" de los años ochenta y noventa que el propio Urbizu llegó a practicar alguna vez ("Todo por la pasta", "Cachito"...), encontramos la historia de Santos Trinidad, un policía que, nada más comenzar el filme, lía el taco en un prostíbulo y desata una brutal ola de violencia. No sabemos nada más, y no podemos dejar de seguirle en sus andanzas. Poco a poco, se va desmadejando una trama de intriga fantásticamente desarrollada, con ecos sociales y políticos que hacen referencia a un problema que estamos sufriendo actualmente en España, en el resto de Europa y más allá (y no digo nada más para no hacer "spoiler") y que habla de corrupción, violencia, fanatismo, pobreza. búsqueda de la identidad o enfrentamiento entre diversas concepciones de justicia. Enrique Urbizu lo lleva todo con un pulso perfectamente medido, dosificando de forma inteligente la información que el espectador va recibiendo poco a poco y rodando unas escenas de acción verdaderamente fantásticas, sangrientas, llenas de realismo y crudeza. El final del filme, explosivo, creo que deja algún cabo suelto, pero no deja de ser una maravilla de concepción y recreación de códigos del mejor thriller universal, que se mezcla con el sabor puramente español.


El reparto de la cinta está excelente, pero no podemos dejar de admirar una y otra vez a un José Coronado en total estado de gracia que, como protagonista, da vida a Santos Trinidad, un personaje que se ha hecho con un lugar en el podio de caracteres famosos del cine español nada más aparecer por las salas, una suerte de Harry "El Sucio" de los extrarradios y de los polígonos industriales con un carisma apabullante. El actor, habitual en la filmografía de Urbizu, entrega una interpretación antológica, inolvidable, y se mete en el bolsillo al espectador con su sola mirada. "No habrá paz para los malvados" no habría sido lo que es sin Coronado. Viva él y viva Enrique Urbizu, uno de los valores más claros de nuestro último cine.


1 comentario:

  1. Una verdadera maravilla, la he vuelto a ver hace poco y me ha convencido aún más. Perfectamente descrita la película con tu habitual concisión, Cinemagnific.

    Saludos.

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