Porco Rosso

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domingo, 20 de diciembre de 2015

A PROPÓSITO DE LLEWYN DAVIS de Joel e Ethan Coen - 2013 - ("Inside Llewyn Davis")


1961. Llewyn Davis es un cantante de folk de Nueva York que malvive con el poco dinero que saca dando pequeños conciertos en garitos y gracias a la solidaridad de sus amigos; no tiene techo y suele dormir cada día en el sofá de una casa diferente. Llewyn es un gran músico y un artista insobornable: no está dispuesto a venderse ni a hacer lo que la industria le exija para triunfar. Sin embargo. a pesar de ello va a viajar a Chicago para hacer una prueba para una gran compañía discográfica... Su coherencia como creador se va a ver puesta en la picota.


"A propósito de Llewyn Davis" es una película que gana con cada visionado, pienso. Es, también, una de las películas menos "coenianas" de los hermanos Coen. Está basada parcialmente en la vida de Dave Van Ronk, cantante estadounidense de música folk y una de sus figuras centrales (tal vez eclipsado por otros como Bob Dylan pero igual de destacado e importante en su escena y en su estilo). "A propósito de Llewyn Davis" es una obra pausada, minimalista, con lirismo urbano y cotidiano coherente y perfectamente explotado. No encontramos personajes estrambóticos e histriónicos, no hay una trama negra, ni tampoco un onirismo predominante y ni siquiera un humor negro o canalla (o ambas cosas) puramente "marca Joel e Ethan". Es éste un filme melancólico, de poso romántico, sobre la decepción del artista, del "puro artista" (el que no se deja llevar por modas ni exigencias de la industria), del artista cabezón e insobornable, a veces esnob y gilipollas (todo sea dicho), que es fiel a su sentido de la creación hasta el final y con todas las consecuencias. Oscar Isaac clava al personaje principal en un papel fantástico. Es un ser triste, aplastado por la realidad, por las exigencias del capitalismo y de una industria que no respeta el arte. También es un ser radical, cabezón, que es incapaz de hacer una sola concesión a nada ni a nadie, por muy nimia que sea, y que por ello es capaz de viajar kilómetros y kilómetros en un viaje de antemano suicida para tratar de meter cabeza en una compañía musical para después tirar por la borda cualquier atisbo de oportunidad de grabar de forma profesional. Los Coen no diabolizan a nadie: ni a él ni a la industria. No hay maniqueísmo en "A propósito de Llewyn Davis": el mundo es el que es, y si bien la industria artística es opresiva y hace exigencias que castran a los artistas, éstos son también radicales, incongruentes y creídos de sí mismos.


La última película de los hermanos de Minnesota es también un filme sobre la indefensión del hombre moderno en el mundo moderno, valga la redundancia. Hay personas que, simplemente, no están dotadas desde su nacimiento para bregar con el sistema, y por ello están condenadas a la marginación o al autoexilio de una forma u otra. La crítica social sigue en pie en otro filme más de los directores de "Fargo". Los diálogos son por otra parte lucidísimos y el retrato de personajes acertado. "A propósito de Llewyn Davis" es una película lánguida, triste, de ambientación también alicaída (de forma consciente), que a muchos fans de los Coen tal vez no gustará demasiado pero que es, en todo momento, otra de sus obras más personales. A mi me parece fantástica y muy acertada y, como he dicho, creo que gana con cada visionado.


1 comentario:

  1. ¡Hola!

    Muy buena reseña. Me ha gustado mucho como has descrito el filme. Qué sutileza a la hora des escribir. A mí me gustó muchísimo y es que todo lo que hacen los hermanos Coen, me fascina.
    Saludos!

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