Porco Rosso

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jueves, 20 de agosto de 2015

LA CASA DE LAS DAGAS VOLADORAS de Zhang Yimou - 2004 - ("Shi mian mai fu")


China. Año 859. La antes poderosa y próspera Dinastía Tang se está viniendo abajo entre la decadencia de sus líderes y las corrupciones y conspiraciones internas que la acosan. El pueblo está harto de esta situación y están estallando rebeliones a lo largo de todo el reino. Ha surgido, por si fuera poco, un grupo conocido como La Casa de las Dagas Voladoras que, descontento con el sistema, planea derrocarlo para instaurar un nuevo orden. Mei es una bailarina ciega que, según sospecha la policía, está relacionada con dicho grupo. Jin y Leo, dos capitanes de esta policía, van a seguirla para intentar descubrir dónde está la sede de La Casa de las Dagas Voladoras. Un juego de verdades y mentiras se abre ante ellos, un juego donde nada es lo que parece ser...


El discutido Zhang Yimou que tras décadas realizando básicamente retratos sociales de su país (China) se pasó en "Hero" a dirigir cine "wuxia" (cine de artes marciales chino en el que se suelen mezclar estas artes marciales con comentarios y lecciones filosóficas), volvió a la carga a pesar de las críticas dos años después con "La Casa de las Dagas Voladoras", otra película excelente e incluso más perfecta que la anterior en la que demostraba, una vez más, que era un director "todoterreno" capaz de afrontar toda clase de retos. Historia de amor en tiempos de guerra, historia de artes marciales y aventuras y sobre todo parábola política que hace referencia a nuestros días, "La Casa de las Dagas Voladoras" presenta, como su antecesora, la mencionada "Hero", una historia en la que la realidad y la mentira se contraponen y se solapan sin cesar para construir un fresco social en el que ningún personaje y ningún bando enfrentado es lo que parece ser. La crítica a la China de nuestros días subyace, como en tantas buenas películas históricas orientales que tienen que camuflar sus asuntos reales debido a censuras varias, en la trama de unos héroes que en una guerra del pasado descubren que no hay esplendor ni gloria en dicha guerra y que todos los bandos que toman parte en ella, todos, incluso los a priori más "justos" y "bondadosos", tienen un lado oscuro con intereses que no entienden de ahorrar sacrificios personales de ninguna clase. El segundo "wuxia" de Zhang Yimou, acusado por los gafapastas intransigentes de siempre de dejar de lado el retrato social que hizo famoso al director chino mundialmente, nunca dejó de ser, valga la redundancia, un retrato social. Es puro Yimou, y quien no quiera verlo que está bastante ciego.


"La Casa de las Dagas Voladores" hace referencia a nuestros días, a las crisis de valores, a las injusticias de las guerras, a las arbitrariedades históricas que se llevan por delante a inocentes, a los sistemas opresores y a las revoluciones que lo prometen todo y que terminan siendo otra versión más del poder establecido, el mismo perro pero con un collar diferente. Hay personas que han visto en esta película incluso un manifiesto anarquista. Puede ser: tiene todo el sentido, desde luego. Sobra decir que estéticamente es una pasada, que sus escenarios naturales e interiores, su vestuario, su uso emocional del color (la marca de la casa), sus escenas de acción y de lucha y sus interpretaciones son magistrales. Preciosa y perfecta película.


1 comentario:

  1. No se olvide de la magnífica banda sonora. Deliciosa.

    Una gran película, sin duda.

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