Porco Rosso

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martes, 21 de julio de 2015

TODOS DICEN I LOVE YOU de Woody Allen - 1996 - ("Everyone says I love you")


Steffi y Bob conforman un matrimonio de clase burguesa que, a pesar de ser rico, ir de liberal y tratar de ser socialmente comprometido, pasa también por problemas. Sus hijos, algunos de matrimonios anteriores, les dan quebraderos de cabeza: unos son algo inestables, otros se enamoran de gente que a sus padres no les inspiran confianza y otros, directamente, se pasan en política a los partidos conservadores y de derechas. Por si esto fuera poco, los amigos y las ex parejas de Steffi y Bob tampoco están pasándolo especialmente bien y van a darles más quebraderos de cabeza. Y todo va a ser a caballo entre Nueva York, su ciudad, y Venecia y París.


Se dice mucho que a Woody Allen en la segunda mitad de los noventa, a partir de "Poderosa Afrodita" (que no es de sus mejores obras pero que está bien -aunque el simplemente "estar bien" para el nivel de este hombre sea algo criticable, eso también es cierto-), empezó a ir renqueando entre la obra buena y la mediocre. Si bien es cierto que desde estas fechas el director neoyorkino ha metido algunos patones en su obra y ha creado películas mediocres y algunas incluso directamente malas ("Todo lo demás", "Scoop", "Vicky Cristina Barcelona", "A Roma con amor", "Magia a la luz de la Luna"...), en general ha sabido mantener un nivel más aceptable y seguir regalando obras fantásticas y algunas maestras, en plena forma. "Todos dicen I love you", su primer y hasta este momento último musical, es una delicia digan lo que digan. Tenemos los asuntos de siempre (relaciones personales, amor, sexo, familia, paso del tiempo, política, arte, crítica a la clase intelectual más burguesa y esnob etc.) con la carga de humor inteligente de siempre y los diálogos también inteligentes de siempre pero ahora pasados por el filtro de un, como he dicho, musical. Musical que homenajea a la música, valga la redundancia, estadounidense de la primera mitad del siglo XX. Todos los actores están fantásticos, incluso algunos que no tenían experiencia en musicales. Todos (excepto Drew Barrymore, que dobló su voz porque ella misma no consideraba que cantase bien) cantan y hasta bailan de forma genial; desde un graciosísimo Edward Norton hasta un desternillante Alan Alda pasando por un espectacular Tim Roth o por el mismo Allen, que también tiene su propio número y que no lo hace nada mal.


Aunque es cierto que Woody Allen ha rodado la mayor parte de sus películas en Nueva York, su amada ciudad de toda la vida, ha hecho también incursiones en otras grandes capitales y ciudades europeas, especialmente en los últimos años. Como gran amante que es de Europa y de la cultura de este continente, ha ido ambientando progresivamente sus cintas en lugares como Londres, Barcelona, París o Roma. En este sentido, "Todos dicen I love you" anticipa este hecho varios años antes de la llegada de películas como "Match Point", que dió el pistoletazo de salida del autor de su ciudad natal: tiene lugar tanto en Nueva York como en París y en Venecia, y ambas localizaciones francesa e italiana aparecen retratadas con su lirismo de siempre. El musical de Woody Allen también es una de sus películas más positivas: un canto a la alegría de vivir a pesar de los problemas que nos encontramos en nuestra existencia. Preciosa y capaz de alegrar cualquier día malo.


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