Kaylie y Tim son dos hermanos huérfanos que hace diez años sobrevivieron a la matanza que se perpetró en su propia casa, en la que su padre se volvió loco y les atacó a ellos y a su madre. Hoy, ambos han conseguido rehacer sus vidas. Sin embargo, Kaylie quiere algo más: vengarse del culpable de todo... Un viejo espejo de anticuario que sus padres adquirieron y que según ella está maldito. Para ello, ha trazado un plan para acabar con el objeto diabólico para siempre.
El norteamericano Mike Flanagan ha dirigido hasta la fecha el drama "Ghosts of Hamilton Street" y los filmes de terror "Absentia" y "Oculus: El espejo del mal".
Encontrarse una película de terror buena (buena a secas) teniendo en cuenta cómo está el panorama de uno de los géneros más devaluados, trillados y difíciles es, cuanto menos, refrescante. "Oculus: El espejo del mal" no me daba buena espina: es una película de 2013 que se ha estrenado en España ahora, en 2015, y en cuatro salas y media. Y tiene sus fallos y sus trampitas, ojo, pero en general, es una película destacada, que entretiene e interesa y que tiene un desenlace hasta medianamente sorprendente. La cosa va de dos jóvenes hermanos que se quieren cargar un espejo supuestamente diabólico que supuestamente mató a su familia en el pasado. Tienen preparado un plan para acabar con dicho espejo, que parece ser irrompible, y a partir de aquí empiezan a ocurrir cosas. La película alterna constantemente el pasado de ambos personajes cuando eran niños (y los niños que los interpretan son actores verdaderamente buenos, en especial la niña -y miren que es difícil dirigir a infantes y que todo salga bien y creíble con ellos-) con su presente en la era adulta y va reconstruyendo ambas líneas temporales. La trama se sigue con agilidad, está bien delineada y desplegada, los sustos están equilibrados (aunque se echa en falta alguno más; son más bien pocos, eso es cierto) y el mencionado desenlace, aunque tiene también como he dicho algunas trampitas, es esencialmente coherente y resulta esencialmente efectivo. Los mentados sustos no son tampoco efectistas ni todo termina, como tantos filmes de este estilo, con carreras tontas por pasillos oscuros y muertes baratas y forzadas. "Oculus: el espejo del mal", es una película digna de terror. Más quisieran serlo la mitad de todas ellas.
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