Porco Rosso

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sábado, 11 de abril de 2015

AGUA PARA ELEFANTES de Francis Lawrence - 2011 - ("Water for Elephants")


Año 2003. Jacob Jankowski es un anciano de noventa y tres años que se acerca a visitar el circo que ha llegado a su ciudad. Llega sin embargo de noche y el local de espectáculos está ya cerrado. Aún así, encuentra allí al dueño de la atracción y ambos entablan conversación. Jacob le cuenta entonces su historia: en los años treinta, en los tiempos de la Gran Depresión, él trabajó también en un circo... Y vivió una gran historia de amor que nunca podrá olvidar.


"Agua para elefantes" es el típico melodrama de aires clásicos realizado para aprovechar el tirón de una estrella emergente en su momento: en este caso, el Robert Pattison que todavía tenía por estrenar en 2012 la última entrega de la exitosa y horrible saga de "Crepúsculo". El hecho de que este filme no busque más que eso tiene cosas buenas y cosas malas. Francis Lawrence, su director, es un creador en líneas generales irregular y "de encargos", pero aquí hace una buena labor artesanal tras las cámaras, construye unos decorados excelentes (y maravillosamente fotografiados) y, además, dirige muy bien a los actores. Porque el trío protagonista de la película está verdaderamente bien. El mencionado Pattison ha demostrado varias veces ya que, si bien comenzó su andadura por la fama con la terrible saga de los vampiros y los hombres lobo adolescentes, está interesado en papeles de más enjundia. Aquí está verdaderamente bien, comedido en su carácter de galán de corte clásico. Reese Whiterspoon está, como siempre, magnífica: entrega otra actuación más que le va como anillo al dedo. Y Christoph Waltz simplemente brilla: se come la pantalla con su personaje, que además es el más ambiguo, interesante y carismático de toda la obra. La trama está desplegada con ritmo, el drama no carga en ningún momento y es limpio y los diálogos son buenos. El retrato histórico cumple de sobra, y sabe imprimir un toque justo entre el realismo y una ensoñación evocadora de tiempos mágicos que ya no volverán (los tiempos en los que el circo era uno de los mayores espectáculos del mundo),


"Agua para elefantes" es una historia de amor que, además, toca también otros palos, como son la pobreza y la injusticia que crean los vaivenes de los sistemas económicos (se ambienta en los tiempos de la Gran Depresión, algo que viene como anillo al dedo para los momentos de crisis económica que nosotros por desgracia también estamos viviendo) o los derechos de los animales, a menudo maltratados en los circos. Es cierto que los toca superficialmente, sin embargo. Esta película es, en fin, una película bien rodada y correcta, un homenaje al Hollywood dorado solvente. No es una obra maestra ni un sugerente trabajo de autor, pero tampoco lo pretende. No pasará a la historia, desde luego, pero se puede ver más que bien y no tiene ninguna otra pretensión.


2 comentarios:

  1. Un poco lenta para mi gusto, aunque es entretenida. En sí le doy el aprobado.

    Kiss

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  2. No la he visto por principios. No hay forma de que un animal humano (con excepción del can, tal vez), no sea un esclavo maltratado, tanto en un circo, como en el rodaje de una película. Los elefantes, por ejemplo, son animales que no han nacido para hacer el tonto en circos y rodajes, o para obedecer ordenes que van contra su naturaleza. La única forma de "domesticarlos" es encadenarlos desde pequeños + pegar y humillar= someterles al miedo y hacerles olvidar la tremenda fuerza que pueden llegar a adquirir. Por eso, al ver a un elefante adulto que está siendo maltratado, nos sorprende que no le de un trompazo o un pisotón a su entrenador/maltratador: es inconsciente de su propio poder.

    En fin, no cuestiono la calidad del film, pero una película que (ab)usa de estos pobres animales, no merece un visionado. ¿Cuando llegará el día en el que cualquier animal se digitalice completamente? Espero que soon...

    Sad kisses ***

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