Porco Rosso

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miércoles, 25 de marzo de 2015

MAR ADENTRO de Alejandro Amenábar - 2004 - ("Mar adentro")


Ramón, a causa de una lesión fatal que le dejó tetrapléjico, lleva treinta años postrado en la cama en su casa de Galicia, desde la que ve el mar que baña a su pueblo, el mar en el que ya nunca podrá nadar. Ramón sólo desea una cosa: morir con dignidad y que la persona que le ayude a dejar la vida no sea criminalizada. Lleva también años luchando para que le sea concedido este derecho y su figura cada vez es más famosa y a la vez polémica. Tal vez su existencia esté a punto de cambiar... Van a aparecer en su vida personas inesperadas.


Tiene tantos amantes como detractores, pero desde luego el salto al cine social de Alejandro Amenábar tras su primera trilogía de películas, de terror y/o fantásticas ("Tesis", "Abre los ojos", "Los otros") no deja indiferente y sigue suscitando encendidos debates más de diez años después de su estreno. "Mar adentro" narra la parte final de la vida de Ramón Sampedro, un marino y escritor gallego que se quedó tetrapléjico a los 25 años a causa de una lesión y que fue la primera persona en pedir en España el suicidio asistido. Su labor para que se le concediese (y para que la persona que le ayudase a morir no fuese criminalizada) es hoy una inspiración para muchos que se encuentran en su situación y, también, un motivo de discusión entre los sectores conservadores, fanáticos e intransigentes de siempre. Un absolutamente soberbio Javier Bardem da vida a Sampedro en el que es uno de los grandes papeles de su carrera. Alejandro Amenábar lo guía con buena mano a traves del periplo de su personaje por reclamar su derecho a decidir cuándo y cómo quiere poner fin a su vida. Se pasa en momentos con el efectismo, es cierto, y cae en algunas concesiones fáciles que parecen de telefilme (el exceso de música rimbombante en las escenas dramáticas es especialmente peligroso en esta clase de películas), pero la cinta creo que en general está bien dirigida y que, salvo estos fallos, no incurre en más.


Los diálogos de "Mar adentro" son acertados, el drama salvo lo comentado no empalaga, los toques de comedia están bien insertados y tienen su gracia, los personajes que rodean al protagonista están bien interpretados (Belén Rueda y Lola Dueñas lo hacen con más que solvencia, no entiendo por qué en su día se las machacó tanto en tantas críticas) y el mensaje social es claro y salvo la escenita facilona de ridiculizar al cura de siempre (soy ateo practicante, pero el personaje del sacerdote es bastante tópico) no intenta moralizar de forma barata (Amenábar está totalmente a favor de Sampedro, pero todo artista se posiciona).


"Mar adentro" es una de esas películas que se ama o se odia en líneas generales. Yo me sitúo en un término medio: no me parece una obra maestra ni tampoco un bodrio (aunque desde luego pienso que es una buena película en todos los aspectos). Imagino que la filiación política y/o religiosa del espectador influye mucho a la hora de darle una nota: la eutanasia sigue siendo uno de los asuntos más polémicos a nivel español y mundial, tanto como lo es por ejemplo el aborto, y es uno de los que más desaforadas discusiones suscita. Es bueno que el filme, independientemente de su calidad, tenga capacidad para hacer pensar y para polemizar. "Mar adentro" me parece una acertada incursión de Amenábar en un género nuevo. Su siguiente obra, "Ágora", ya se me antojó menor, más maniquea y tramposa, por desgracia.


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