Modesto es el director de una sucursal bancaria de la Costa del Sol; es un hombre sencillo y trabajador que carga con un terrible trauma que no puede olvidar. Un día, unos atracadores entran en su banco, rompen las cajas de seguridad y a él le dejan encerrado dentro. Mientras lo rescatan, encuentra de casualidad unos papeles en la caja 507... Unos papeles que están relacionados con él mismo y con el trauma que le destrozó la vida. Unos papeles que codicia un hombre llamado Rafael, un ex policía violento y sin escrúpulos que tiene mucho que perder si salen a la luz...
"La caja 507" supone la entrada definitiva del hasta entonces titubeante Enrique Urbizu en la madurez total como autor. Después de la muy irregular adaptación "Cachito", el director vuelve a su género predilecto, el thriller, y entrega una de las más grandes obras maestras del cine español de la pasada década sin ninguna duda, una obra que, como toda buena obra negra, esconde un retrato social del momento contemporáneo del autor que dibuja lo mejor y lo peor del ser humano y una sociedad podrida. Un absolutamente soberbio Antonio Resines, secundado por un igualmente magistral José Coronado (los dos son dos de los grandes actores fetiche de Urbizu) se enfrentan en un duelo llevado con una solidez, un buen hacer y un sentido del drama y del thriller que nada tiene que envidiar a las mejores obras de su género del Hollywood "dorado". En 2002, todavía lejos de la crisis económica que empezó en 2008 y que desgraciadamente aún estamos viviendo, no era tan habitual hablar de forma crítica del "boom inmobiliario": en aquellos años de vacas gordas (gordísimas) todo iba "bien", había bastante trabajo, muchos ataban a los perros con longanizas gracias a este mencionado "boom" y los escándalos eran escándalos, pero no desataban la indignación que hoy desatan (desgraciadamente sólo nos quejamos de ellos cuando hay vacas flacas, un gran error, pienso). Urbizu ya lanzaba hace doce años un ataque frontal a la especulación urbanística e inmobiliaria, a la avaricia sin frenos de los poderosos, a la corrupción, a la falsedad de los empresarios y los políticos, a la violencia encubierta y al capitalismo salvaje en "La caja 507".
El filme es una delicia en todos los aspectos: el punto de thriller está perfectamente medido y equilibrado con el drama, este drama está también perfectamente medido y alejado de los efectismos, los diálogos son una maravilla (lúcidos e irónicos), las escenas de acción y violencia tienen garra y potencia, el mensaje social es directo y claro y, como ya he mencionado, los protagonistas son excelentes y dan vida a dos personajes que se complementan perfectamente y con una química envidiable. "La caja 507", con un desenlace inolvidable además, es uno de los mejores thrillers de la historia del cine español. Después llegarían "La vida mancha" y "No habrá paz para los malvados", y la carrera de Urbizu no volvería ya a ser la misma (para bien, claro; para muy bien).
Pinta muy bien, ¿Por qué no la habré visto? Se me habrá escapado. Me la apunto y la veré en breve.
ResponderEliminarKiss