Porco Rosso

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viernes, 21 de noviembre de 2014

LOS HECHICEROS DE LA GUERRA de Raplh Bakshi - 1977 - ("Wizards")


Han pasado muchísimos años desde que una gran catástrofe olvidada sumiera al mundo en la oscuridad. Ahora, todo parece recuperarse y resurgir de las cenizas del apocalipsis: el planeta vuelve a ser, poco a poco, lo que fue. Sin embargo, un hechicero oscuro ha encontrado restos de una vieja ideología extremista del mundo antiguo que está utilizando para controlar a las personas más débiles en su beneficio. Por suerte, un grupo de héroes liderado por su némesis, el bondadoso hechicero Avatar, va a hacerle frente y a pararle los pies.


Después de "Coonskin", Ralph Bakshi se embarcó en la que fue su primera película de fantasía heróica, "Los hechiceros de la guerra", que abrió una nueva etapa en su filmografía, que aunque volvería a los retratos urbanos sociales de las tres primeras obras del director ("American Pop", "Hey Good Lookin'" o incluso "Cool World" -aunque este filme es caso aparte en la obra conjunta del animador-), ya contaría constantemente con obras de este mencionado género ("El Señor de los Anillos" o "Tygra. Fuego y hielo"). "Los hechiceros de la guerra" no era en su día una película fantástica al uso. Ni siquiera lo sigue siendo hoy en día. Presenta un universo post-apocalíptico en el que se mezclan tanto humanos y mutantes como razas de la fantasía feerica "clásica" como hadas o elfos y cuyo futuro se decide por medio de una batalla épica que ahora enfrenta a la magia y a la tecnología. Esta tecnología, que destruyó el mundo en el pasado, tiene nada más y nada menos que reminiscencias directas (directísimas) a los nazis, cuya iconografía, simbología e ideología aparecen retratadas en la película. No sólo se observa claramente en este aspecto que el filme no es una película animada de aventuras al uso: es muy violento, sangriento incluso, y muy sexual. Llega a tener escenas que sugieren sexo claro y hasta una violación colectiva, lo cual en los años setenta y en una obra de animación no era algo que se encontrase todos los días. "Los hechiceros de la guerra" es puro Bakshi: dibujos sin concesiones y férreamente anclados en la realidad contemporánea de la obra.


No quita esto que la película no tenga su esperable dosis épica: la tiene, y mucha. Y, además, porta mensajes positivos como la amistad, el sacrficio por los demás, la ecología, el pacifismo o la lucha por la libertad. Argumentalmente es un poco desastre, todo hay que decirlo: Bakshi entrega un guión muy difuso, con muchas lagunas, donde demasiadas cosas ocurren porque sí y completamente deslabazado. Parece estar pensando más en otra película conscientemente errática como "Fritz, el gato", "Heavy Traffic" o "Coonskin". Sin embargo, es perdonable esto por todo lo que "Los hechiceros de la guerra" supuso para el cine de animación (y qué animación: es magnífica, como era de esperar, y también los escenarios artesanales en los que se mueven los personajes, con carisma, además). Muy recomendable obra de este a veces infravalorado maestro.


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