Porco Rosso

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viernes, 31 de octubre de 2014

FRANKENWEENIE de Tim Burton - 2012- ("Frankenweenie")


Victor Frankenstein es un niño solitario que vive para la ciencia, su pasión, y que no se preocupa por las cosas habituales que les preocupan a sus compañeros de clase. Cuando su mejor amigo, su perro Sparky, muera arrollado por un coche, Victor pondrá en marcha su invento estrella... Un invento que va a permitirle el poder resucitarlo. Sin embargo, la alegría va a durar poco: esta máquina va a traerle también numerosos problemas y va a caer en malas manos.


"Frankenweenie" se estrenó en 2012 junto a "Sombras tenebrosas" pero, por suerte, no es "Sombras tenebrosas". Tim Burton no dejó aquel año con el mal sabor de esa horrenda película y presentó a finales de dicho año, valga la redundancia, una versión larga de su famoso corto homónimo de los años ochenta. Y no es una película mala... Pero tampoco destaca por nada en especial, a pesar de que visualmente es preciosa. Burton tiene un problema desde hace bastante tiempo: se autofagocita demasiado. Sus asuntos se repiten, sus personajes se repiten. Que sí, que lo hacen muchos autores, pero él lo hace con menos gracia. "Frankenweenie" es un compendio de lo mismo de siempre: un protagonista freak (el protagonista habitual de sus películas, desde Eduardo Manostijeras hasta Ed Wood pasando por su versión de Batman) desata una fuerza que no comprende y la lía parda ("Beetlejuice", "Pesadilla antes de Navidad", "Sleepy Hollow", "La Novia Cadáver"...) y el mundo en el que se mueve es muy siniestro pero tiene ese toque entrañable de siempre ("Beetlejuice", "Pesadilla antes de Navidad", "La Novia Cadáver"...). Que no está mal, oigan, que un autor se repita, insisto. El problema es que "Frankenweenie" es otro compendio más de todas las bondades de la primera etapa de Tim Burton, la de las décadas de los ochenta y los noventa, pero con mucha menos inventiva y gracia. Son más de treinta años repitiendo lo mismo, y por muy bien hecho que esté, cansa. A la mencionada "La Novia Cadáver", una película que no es mala en absoluto, le ocurre lo mismo. Tim Burton cansa, y necesita renovarse ya, pero ya.


Para colmo, esta aventura de este perro Frankenstein tiene un problema: empieza muy bien, con una trama bien delineada, bien estructurada, con momentos delicados y verdaderamente entrañables y llenos de homenajes respetuosos... Y, sin embargo, termina en un desquicie bastante vulgar, con la acción yéndose de madre y con los personajes cortados de un tajo en lo argumental y dedicándose a dar carreras sin ton ni son (recuerda todo a una suerte de "Pesadilla antes de Navidad" precipitada y hecha al tun tun). Y es una pena, porque Tim Burton sabe hacer cosas mil veces mejores y más redondas y porque el aspecto visual de "Frankenweenie" es una joya, una maravilla, con ese precioso blanco y negro y esa animación en stop-motion tan primorosa y detallista que hace referencia directa a su cortometraje "Vincent". "Frankenweenie" se puede ver. Pero ya. Y siempre digo que hay ciertos directores a los que, inevitablemente, se les exige más.


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