Porco Rosso

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martes, 10 de junio de 2014

ADAPTATION. EL LADRÓN DE ORQUÍDEAS de Spike Jonze - 2002 - ("Adaptation")


Tras el éxito de la película "Cómo ser John Malkovich", que él ha escrito, el guionista Charlie Kaufman pasa por una terrible crisis creativa. Ahora ha de adaptar por encargo el libro de Susan Orleans "El ladrón de orquídeas", sobre las aventuras de un excéntrico coleccionista de flores llamado John Laroche, y es incapaz de hacer nada que tenga un mínimo de sentido con ese material. Por el contrario, su hermano gemelo Donald escribe una historia negra que al parecer va a tener más aceptación entre los productores de lo que pensaba. La vida de Charlie se termina de convertir en un caos cuando la propia Susan Orleans y el mismo John Laroche hacen acto de presencia y le traen más quebraderos de cabeza.


"Adaptation. El ladrón de orquídeas", la segunda película de Spike Jonze después de "Cómo ser John Malkovich", me resulta su obra menos conseguida hasta la fecha (las otras dos son la muy buena "Donde viven los monstruos" y la magistral y recién estrenada "Her"). No deja de ser, como todo el cine de este autor y como casi todos los guiones de Charlie Kaufman, una ingeniosa vuelta de tuerca al cine tradicional. Sin embargo, en esta ocasión ni el habitualmente original guionista ni el director están demasiado finos al machacar la película, no sé a cuento de qué, con un desenlace bastante desquiciado y gratuito que tira por el suelo el sugerente cuerpo de la obra. Nicolas Cage (sí, ese gran actor que antes se escogía buenos papeles y que hasta tenía tiempo de incursionar en el cine independiente y que hoy tira vilmente su carrera con películas infames) da vida al propio Charlie Kaufman, que después del rodaje de la mencionada "Cómo ser John Malkovich" atraviesa un terrible bloqueo creativo cuando ha de adaptar al cine el libro "El ladrón de orquídeas" de Susan Orleans (libro y autora son reales), que narra las aventuras de John Laroche, un aventurero intrépido que colecciona flores. A partir de esta premisa, se desarrolla una historia que reflexiona sobre la creación artística, el metacine y los diferentes niveles de realidad y sobre otros asuntos universales pero que, como he dicho, se pierde en un desenlace muy pero que muy fallido.


Jonze y Kaufman comienzan bien su filme: disertan, por medio de una historia ágil, con un humor fino e inteligente, sobre el oficio de crear historias (valga la redundancia), interpretar la realidad y adaptarla a los diferentes formatos de arte existentes. Alrededor de este asunto pivotan otros universales: el amor, la amistad, las relaciones familiares (entre hermanos sobre todo), la búsqueda de la fama o del éxito, la obligación a veces insalvable de vender unos ideales artísticos por dinero o la inhumanidad del mundo moderno y las dificultades para adaptarse a él de las personas diferentes. Los actores están además todos geniales, desde el tristemente hoy malogrado Nicolas Cage (haciendo un papel doble divertidísimo) pasando por la siempre genial Meryl Streep o por un excelente Chris Cooper, que da vida a un personaje verdaderamente delirante. Sin embargo, como he dicho, el final de "Adaptation. El ladrón de orquídeas" vulgariza la película hasta niveles inesperados y la convierte de golpe en una suerte de "comedia-drama" indefinida que tira por los suelos todas las reflexiones anteriores. No voy a hablar más de este final porque podría caer en el spoiler, pero sí tengo que decir que la cinta, que en todo momento interesa y va en buena dirección, lo pierde todo en apenas un cuarto de hora (pierde incluso, como he señalado, su propia definición). Una pena.


1 comentario:

  1. Yo el final lo entiendo como una rendición del guionista a los clímax típicos el cine comercial. Al final Kaufman se deja convencer por su gemelo "maligno" para hacer lo que él hubiera hecho. Porque al final la película no va sobre un ladrón de orquídeas, sino de las comidas de tarro que el guionista se hizo para adaptar el libro y para adaptarse a los estándares que la industria podía exigirle. A mí me parece un final magistral siempre que se entienda en su contexto. No podía tener otro final, por otro lado, porque no sé el libro exactamente de qué va, pero parece un soberano rollo.

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