Porco Rosso

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miércoles, 12 de febrero de 2014

NOVIEMBRE de Achero Mañas - 2003 - ("Noviembre")


El joven Alfredo viaja desde Murcia hasta Madrid para instalarse allí y estudiar arte dramático. Sin embargo, pronto se decepciona con la carrera y la abandona para crear "Noviembre", su propio grupo de teatro, con unos amigos de la facultad. El conjunto actúa en la calle de forma improvisada y, además, lo hace completamente gratis. Alfredo cree en un arte que sea absolutamente disfrutable por todos. Por desgracia, los problemas llegan a "Noviembre" cuando la falta de dinero se vuelve bien patente y cuando llaman la atención de productores que les ofrecen más fama y medios a cambio de vender sus principios.


Después de la fantástica y mítica "El Bola", Achero Mañas tuvo su primer pinchazo con "Noviembre", una película muy bien intencionada pero que es una de más maniqueas y simplistas que he visto en el cine español en toda mi vida (y he visto cine español y películas maniqueas y simplistas las hay a patadas). Con toques de documental, alternando extractos de entrevistas a los personajes de la historia muchos años después de los hechos que en ella se narran, "Noviembre" retrata la lucha de un grupo de teatro independiente que combate contra viento y marea para llevar su arte a todo tipo de público: sus actuaciones son gratis y se realizan a pie de calle. Como se imaginan, todo empieza muy bonito pero después llegan los problemas cuando el eterno y maldito dinero se mete por medio. Bueno, la idea está bien, pero el desarrollo es absolutamente terrible: la delimitación entre buenos y malos es de grueso ridícula (los artistas protagonistas son los buenos y los artistas que cobran por su arte son los malos, así como los profesores de universidad, los políticos, los empresarios o la policía). Pufff... Que cansinez. Lo siento, como retrato social no me vale esta cutrada (y si alguien me va a decir que estoy defendiendo a la calaña política y empresarial chunga que abunda en este país con esto o que soy de derechas o facha o blablabla le invitaría primero a conocerme). No, lo siento: una cosa es hacer algo con unos ideales muy marcados, y otra entregar una luchita del bien contra el mal barata y tonta más propia de cualquier intento de canción social de postín de grupos como "Mago de Oz", "Ska-P" o "Jarabe de palo".


"Noviembre" se permite el lujo también de ser aleccionadora. Lo siento, pero es algo que no soporto. Si pretende alguien darme lecciones, que me las de con conocimiento de causa, con argumentos, y no diciéndome que "el arte se ha muerto o se ha dejado de morir" porque sí, porque lo digo yo. Las lecciones morales de patio de recreo que las den algunos en su casa o en ese show llamado "Los Goya". Los diálogos por otra parte son pedantes y pretenciosos y, para colmo, infantiles, muy infantiles (eso de "yo también quiero cambiar este puto mundo" es muy bonito -y de hecho estoy de acuerdo con la máxima- pero la forma en la que se dice y el contexto es absolutamente pueril). Todo, por supuesto, no es malo en el filme: el aspecto técnico es verdaderamente bueno (los shows son fantásticos y en especial el relacionado con el terrorismo es genial -al César lo que es del César, esa escena es completamente impactante y ahí aplaudo a Achero Mañas-) y sobre todo Óscar Jaenada está soberbio en su papel; el tío se come la pantalla y deja al público anonadado con una actuación de Goya o de Oscar o del premio gordo que quieran. Pero cuando el guión es para adolescentes enfadados que no saben dónde tienen la cara la película, por muy bonita que sea y por muy buenas actuaciones que tenga, no deja de ser desastrosa. Mañas se recuperó por suerte en 2010 con la no perfecta pero muy interesante y destacada "Todo lo que tú quieras".


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