Porco Rosso

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martes, 4 de febrero de 2014

LA JAULA DE ORO de Diego Quemada-Díez - 2013 - ("La jaula de oro")


Juan, Sara y Samuel, adolescentes de barrio chabolista, abandonan su Guatemala natal para intentar llegar a los Estados Unidos, donde esperan encontrar una vida mejor y con más oportunidades. En su camino, se les une Chauk, un joven de la etnia tzotzil. Juntos va a viajar por un paisaje desolador sembrado de injusticia, hambre y miseria donde sólo la solidaridad y la fraternidad van a poder salvarles.


"La jaula de oro" es una de las películas que más destrozado me ha dejado en muchísimo tiempo. Que yo sepa, es la primera obra larga del español Diego Quemada-Díez. Narra la historia de tres chicos guatemaltecos que emigran a los Estados Unidos en busca de una vida mejor y que encuentran el peor de los horrores en su camino. Hemos visto ya innumerables filmes de todas las épocas sobre la inmigración. Sin embargo, "La jaula de oro" es uno de los que más me han dolido y es uno de los que muestran esta realidad desde un prisma más terrible y desesperanzado. Rodada con actores y actrices no profesionales (menos los protagonistas la gran mayoría de ellos son propios inmigrantes que quisieron actuar en el filme) y en las propias localizaciones del camino hacia los USA, "La jaula de oro" explora el viaje hacia el supuesto país de las oportunidades de una forma lineal y directa sin dejar nada en el tintero: desde la trata de blancas hasta la extorsión pasando por el hambre, la miseria, la insolidaridad o el racismo. Los asuntos principales que trata, junto a algunos universales como el amor, la amistad, la soledad, la muerte o el despertar sexual, son la depredación del hombre por el hombre, el desarraigo, el choque cultural (incluso dentro de una misma cultura), la corrupción y la locura del sistema capitalista que condena a tantas personas a tener que salir por la fuerza de su tierra natal.


El estilo del filme bebe casi del documental: es expositivo, frontal, conscientemente abrupto por momentos, de un realismo que no deja tregua. Los diálogos son ágiles y las relaciones entre los protagonistas, henchidas de dolor, están excelentemente explotadas. El drama está llevado con una fluidez y naturalidad sin par, y, a pesar de no tener ningún tipo de concesión, deja lugar para realizar un retrato certero y a pesar de todo con gotas de esperanza sobre la solidaridad que a veces sólo surge en los momentos más difíciles y sórdidos. "La jaula de oro", de la que no digo mucho más (sería entrar en el spoiler a partir de ahora) es una de las películas que más me marcó el año pasado y un debut asombroso y necesario.


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