Porco Rosso

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lunes, 27 de enero de 2014

LARGO DOMINGO DE NOVIAZGO de Jean-Pierre Jeunet - 2004 - ("Un long dimanche de fiançailles")


Francia. Primera Guerra Mundial. La joven Mathilde ha visto partir a su novio Manech a luchar en la contienda y espera ansiosa cada día su regreso y el fin de la guerra. Un día, le informan de que su prometido, junto a otros cuatro soldados, ha sido sometido a un consejo de guerra y ha sido enviado a la tierra de nadie que existe entre el territorio francés y el alemán, lo cual supone una muerte casi segura. Mathilde emprende un largo y duro viaje para buscar a Manech. Y, por mucho horror que encuentre a su paso, no se va a echar atrás.


Cuando la vi en su día, no me gustó "Largo domingo de noviazgo". Un amigo la llamó "Amelie se va a la guerra" y la verdad es que me hizo gracia el chiste  y lo vi acertado. Diez años después de su estreno, la vuelvo a ver y no sólo no me parece mala, sino que incluso me resulta más que digna, a pesar de que carece de la inventiva tanto argumental como visual de filmes anteriores de Jean-Pierre Jeunet como las ultrafamosas "Delicatessen" o "La ciudad de los niños perdidos" que dirigió junto a Marc Caro y la mencionada "Amelie". Basada en la novela de Sébastien Japrisot, "Largo domingo de noviazgo" narra una historia antibelicista en la que una mujer (Audrey Tautou de nuevo) espera y busca desesperadamente a su amado, que ha partido a luchar en las trincheras de la Primera Guerra Mundial. La estética distingue el mundo campestre y casi bucólico de la mujer, Mathilde, en tonos sepias cálidos y veraniegos, y el de la batalla de Manech, en tonos más oscuros y lúgubres, mientras que, bien diferenciadas por esos colores, ambas historias se mueven paralelas. La trama del filme, si bien tiene toques del habitual realismo mágico del realizador francés, se mueve ahora en unos derroteros en los que la fantasía tiene menos protagonismo. Sí lo tiene de nuevo la narrativa rápida y directa, fragmentada, y el retrato de personajes entre tierno y estrambótico y también los diálogos ágiles.


"Largo domingo de noviazgo" es además, como he señalado, una crítica a la guerra en todas sus vertientes. Aún estando ambientada en la Primera Guerra Mundial, que ya está bastante lejana (cumple un siglo desde su estallido este año 2014), su mensaje es extrapolable a cualquier época (y se vería complementado en parte en el siguiente filme de Jeunet, el también antibelicista y "antiarmamento" "Micmacs", de 2009). Junto a la historia de amor que hace de locomotora de la trama corre la del descubrimiento por parte de los protagonistas de los horrores de toda contienda, injusticias que acaban con vidas humanas y que no quedan justificadas ni por el patriotismo ni por la heroicidad. No es ésta ni la película bélica o de amor definitiva del cine francés ni tampoco es la mejor de la filmografía de su creador. Sin embargo, es, como he dicho, más que digna y entretiene en todo momento con coherencia.


1 comentario:

  1. Bonita película...un poco larga pero muy bonita. El final es de los que me gustan a mi.

    kiss

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