Porco Rosso

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domingo, 13 de octubre de 2013

DOOM de Andrzej Bartowiak - 2005 - ("Doom")


Año 2046. Un grupo de marines son enviados desde la Tierra hasta el planeta Marte ante una señal de alarma de los científicos de la estación de investigación Olduvai, de los que no se ha vuelto a saber nada más. Cuando llegan al desierto lugar, descubren que algo horrible ha ocurrido allí... Se ha desatado una monstruosa fuerza del mal venida de otro mundo contra la que tendrán que luchar para sobrevivir.


Andrzej Bartowiak es un director mediocre y sin personalidad que se ha encargado de las películas esencialmente de acción "Romeo debe morir", "Herida abierta", "Nacer para morir", "Doom" y "Street Fighter: La leyeda".


La saga de videojuegos que inició "Doom" allá por 1993 fue absolutamente mítica: yo jugué con mis amigos en aquel momento a sus dos primeras entregas y me lo pasé teta con ellas. En su día fue un auténtico boom que influyó muchísimo en futuros juegos de acción y de terror. Por supuesto, le sucedieron otros productos como novelas o como esta basura de película que hoy comentamos y que de "Doom" conserva el nombre y poco más. Esta infame porquería no tiene la ambientación del videojuego (la de virguerías que se podrían haber hecho con aquellos entrañables escenarios de "ultratecnología satánica"), no tiene su violencia (poquísima, muy poca, y estamos hablando de uno de los videojuegos más "gore" de su momento), no tiene apenas monstruos y los que aparecen son extremadamente decepcionantes (la galería de bestias pardas de "Doom" era genial y muy imaginativa y aquí se limita a cuatro zombies cutres y a algún bicho feo), los efectos especiales no son buenos, los actores son malos (Karl Urban y The Rock son lo más impersonal que uno puede echarse a la cara, por lo menos aquí) y la trama es de vergüenza: es un refrito de algún tópico del videojuego en el que la película se basa con los de las películas de acción más pacatas. Para la antología de la basura queda ese horrendo combate de desenlace que parece más sacado de una aberración de Michael Bay (pero sin presupuesto) que de "Doom". La escenita de la "perspectiva subjetiva" es más o menos resultona, eso sí, pero no va a salvar un conjunto bochornoso sin terror, sin sangre, sin emoción y, sobre todo, sin casi nada reconocible del producto original en el que se basa. Y otro videojuego que se cargaron vilmente en el cine.


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