Porco Rosso

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martes, 17 de septiembre de 2013

ODIO ENTRE HERMANOS de Joseph L. Mankiewicz - 1949 - ("House of Strangers")


El italiano Gino Monetti emigró a los Estados Unidos a principios del siglo XX y, desde su humilde barbería de Nueva York, levantó poco a poco un gran imperio bancario. Hoy es rico y poderoso y tiene cuatro hijos que heredarán su fortuna. Sin embargo, Gino está a punto de enfrentarse a una terrible acusación de corrupción... Y a algo aún más terrible: a la lucha sin cuartel entre sus propios hijos, algunos de ellos enfermos de poder, para quedarse con todo lo que tiene mientras él se hunde.


Obra algo olvidada de Joseph L. Mankiewicz (como tantas otras eclipsadas por sus más grandes títulos), "Odio entre hermanos", simiente décadas antes de películas como "El Padrino" (estoy segurísimo de que Coppola vió este excelente filme y tomo algo de él, y no soy el único) es otra de las certeras y brutales radiografías del gran director sobre el lado oscuro del Sueño Americano. Estrenada el mismo año que la comentada ayer "Carta a tres esposas", este filme narra la historia de un clásico emprendedor que, llegado a los USA desde Italia, ha levantado un imperio bancario empezando desde casi la nada que va a peligrar debido al fracaso del mencionado Sueño Americano y de las relaciones entre sus diferentes hijos, casi todos ellos enfermos de ansias de poder. Edward G. Robinson entrega otro de sus grandes papeles como este padre de familia que vive para esta mencionada familia pero que es a la vez un tirano intransigente que no respeta a ninguno de sus miembros y que dirige sus vidas como le place. Richard Conte y Susan Hayward también entregan excelentes interpretaciones, así como el resto de secundarios, mientras que Mankiewciz, apoyado como siempre en sus grandes diálogos, despliega una terrible fábula moral moderna desencantada y lúgubre pero abierta a una conclusión justa y nada forzada.


La increíble habilidad del director para condensar asuntos universales junto a temas candentes de su momento queda bien patente una vez más en "Odio entre hermanos", donde se trata la locura por el poder, el ansia enferma de dinero, las envidias familiares, los complejos entre hermanos, la soberbia del hombre hecho a sí mismo, la traición, el odio o la sed de venganza. Por supuesto, todo ello viene envuelto en la habitual crítica al capitalismo agresivo y en la disección más aguda e incluso cruel de las mentadas partes oscuras del Sueño Americano. Como he dicho, esta película se ha quedado ligeramente olvidada y a la sombra de los que han sido considerados (con justicia) los grandes clásicos imprescindibles de Mankiewicz. Es preciso revalorizarla sin parar, puesto que es otra de sus obras clave.


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