Porco Rosso

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domingo, 15 de septiembre de 2013

MR. BROOKS de Bruce A. Evans - 2007 - ("Mr. Brooks")


El Señor Brooks es un triunfador que ha conseguido todo lo que se ha propuesto: tiene su propia gran empresa, una vida llena de lujos y una familia perfecta que le adora. Sin embargo, algo le atormenta sin cesar: es adicto al asesinato y, en secreto, sale a la calle para matar a personas aleatorias cada cierto tiempo, lo que le ha hecho ser conocido y buscado como “El Asesino de la Huella del Pulgar”. La culpabilidad le corroe sin piedad, pero tampoco puede dejar su vicio. Su existencia termina de sumergirse en el infierno cuando descubre que su hija, universitaria, ha heredado su sangriento gusto y cuando un joven voyeur le descubre con las manos en la masa y le pide a cambio de su silencio que le deje acompañarle en sus correrías. Para colmo, una tenaz detective comienza a interesarse por su caso. El mundo del Señor Brooks se cae a pedazos.


Dedicado principalmente a la creación de guiones, el norteamericano Bruce A. Evans es autor, junto a su amigo y colega Raynold Gideon, de las historias de películas (en su mayoría familiares) como “Starman”, “Cuenta conmigo”, “Hecho en el cielo”, “La Isla de las Cabezas Cortadas” o “De jungla a jungla”. Como director únicamente ha dirigido dos cintas hasta la fecha tremendamente espaciadas: la comedia “Kuffs, poli por casualidad”, de 1991, y el thriller “Mr. Brooks”.


De nuevo firmando el guión junto a Raynold Gideon, Bruce A. Evans dirigió su segundo filme quince años después de haberse colocado por vez primera tras una cámara. El resultado fue, por desgracia, bien irregular, a pesar de la interesante premisa del filme. “Mr. Brooks” fue un intento por parte de sus dos creadores de salir del cine comercial familiar al que hasta ahora se habían dedicado prácticamente por completo que, protagonizado por las tres grandes estrellas de las dos décadas pasadas Kevin Costner, Demi Moore y William Hurt (actualmente los tres tal vez un poco de capa caída con respecto a sus momentos de gloria) explora el difícil terreno de la adicción al asesinato intentando en todo momento ofrecer un punto de vista serio y alejado del tremendismo facilón en el que suelen caer este tipo de producciones. Kevin Costner da vida a Mr. Brooks, un empresario que ha triunfado en la vida y que nada en la abundancia con su feliz familia pero que no puede controlar su imparable instinto asesino. William Hurt interpreta a su conciencia oscura, a su lado más sombrío, el que le incita a matar sin cesar, mientras que Demi Moore hace lo propio con una detective que capta la atención del protagonista por su tenacidad y su coraje frente a un mundo machista que le cierra todas las puertas.


Hay que decir que “Mr. Brooks” está, por desgracia, segmentada en dos líneas de acción bien diferenciadas tanto en trama como en calidad. Por un lado, tenemos la del Señor Brooks, cimientada en un guión hasta cierto punto sugerente y bien medido y llevado y, sobre todo, en las dos geniales actuaciones de Costner y Hurt (delicado y sobrio el primero, alejado de efectismos actorales simplones, y estremecedor y solventemente cínico el segundo). Por otro, está ya la de la detective Demi Moore, un lastre argumental completamente fuera de lugar que únicamente sirve para hacer que el filme pierda ritmo constantemente y que para colmo aporta muy poco a la historia que narra salvo personajes tópicos (los dos criminales gótico punks que escuchan heavy son tan típicos y predecibles que provocan la vergüenza ajena) y lugares comunes del género policiaco más remanido (persecuciones aburridas, entrentamientos “polis buenos-abogados malos”, tiroteos gratuitos, pruebas de integridad para la buena de la protagonista…). En el segmento Costner-Hurt encontramos lo más interesante de “Mr. Brooks”: el aproximamiento (muy limpio y directo y alejado de maniqueísmos) a la atormentada mente del adicto al asesinato y al desmoronamiento de su mundo tras el descubrimiento de que su hija, universitaria, ha herededado su vicio (todo articulado por medio de un acertado armazón de thriller que introduce al personaje de Dane Cook, un voyeur que tras descubrir al Señor Brooks con las manos en la masa intenta por todos los medios unirse a él en sus correrías). El segmento de Moore, por desgracia, ya no es sólo olvidable: es innecesario.


Resulta una verdadera lástima que la película esté tan descompensada y termine siendo tan dispersa, especialmente cuando su línea argumental principal se sigue con interés (incluso cuenta con un desenlace que sabe provocar una cierta sorpresa). El fallo mortal de “Mr. Brooks” es su tremenda dispersión, que hace que su mencionado interés decaiga y ascienda sin cesar y además de manera abrupta. Por momentos no deja de ser una cinta interesante; por momentos es soporífera. Verdaderamente triste es este hecho, ya que el filme no sale de la mediocridad más olvidable a causa de ello.

3 comentarios:

  1. Tengo buen recuerdo de esta peli pero tienes razón. La parte de la investigación era rídicula y no pegaba ni con cola.

    No era rasssonable.

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  2. Hola!

    No había oído hablar de esta peli. Así que no puedo opinar, pero tendré encuanta lo que habéis dicho por si decido verla algún día. El cartel se parece un poco al de "Los idus de Marzo".

    Un saludo!

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  3. La vi hace años, pero ha envejecido bien en mi cabeza. Si sería aburrida la parte de Demi Moore que ni recordaba que salia en pantalla. Sin revisión previa, la recomendaría.

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