Porco Rosso

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lunes, 30 de septiembre de 2013

LA FLAUTA MÁGICA de Kenneth Branagh - 2006 - ("The Magic Flute")


Primera Guerra Mundial. El joven y valiente Tamino se lanza al rescate de la bella Pamina, la hija de la Reina de la Noche que ha sido, según le ha dicho su madre, secuestrada por Sarastro, un hombre perverso que la tiene recluida en sus oscuros dominios con terribles intenciones. Tamino va a emprender la mayor aventura de su vida en un mundo que se sume cada vez más rápidamente en la guerra y en la destrucción. Y va a descubrir algo que no imaginaba sobre la naturaleza de Pamina, de su madre, del propio Sarastro y de la misma guerra...


En 2006 Kenneth Branagh estrena dos películas: "Como gustéis", en la que de nuevo adapta a su idolatrado William Shapeskeare, y esta "La Flauta Mágica", adaptación (valga la redundancia) de la obra operística homónima de Wolfgang Amadeus Mozart y una de sus películas más complejas en lo que a argumento se refiere. Lo llevo haciendo desde que comento la filmografía de este director: no voy a analizar la trama de esta película como no he analizado la de otras suyas debido a que no tengo los conocimientos suficientes sobre la obra original del gran artista austriaco. En concreto, "La Flauta Mágica" hace referencia al parecer a la masonería (uno de los hermanos de Mozart era masón según he leído) y tiene un mensaje antibelicista (esto lo extraigo yo de filme) y está cargada de símbolos y de metáforas sobre numerosos asuntos universales y sobre su concreto momento social. Tiene una complejidad que nada envidia a otras obras míticas y nada transparentes como, se me ocurren ahora de ejemplos gruesos, "La Divina Comedia", "El Paraíso Perdido", "Fausto", el "Ulises" de James Joyce o muchas de las "shakesperianas" que el propio Branagh ya ha llevado a las pantallas.


El análisis que puedo presentar de esta "La Flauta Mágica" de 2006 se resume en un hecho: soy un completo profano del universo de Mozart... Y el filme me ha resultado una delicia (y eso a pesar de que muchos pasajes me han parecido oscuros y difíciles por mi condición de profano). La cinta, ambientada en la Primera Guerra Mundial (es característica del director la costumbre de mover sus adaptaciones a otros momentos históricos), es visualmente apabullante, preciosa, magnífica, y sus actos musicales son una maravilla, tanto los cantos como las coreografías, mientras que el reparto está en estado de gracia. Kenneth Branagh demuestra una vez más que es un gran adaptador de obras de otros medios para el cine, ya sea esta una gran obra épica o una más sencilla comedia bucólica. Para leer sobre "La Flauta Mágica" de Mozart ahí está Santa Internet y sus miles de páginas sobre el músico. Yo lo tuve que hacer al terminar este filme, que sin embargo me pareció muy destacado y que consiguió introducirme en el mundo del citado músico. Por desgracia, no ha tenido una gran reperscusión ni siquiera entre los fans del director. Una pena.


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