Porco Rosso

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jueves, 21 de marzo de 2013

LA JUNGLA 4.0 de Len Wiseman - 2007 - ("Live free or die hard")


A John McClane, de nuevo en el servicio, le han encargado una misión aparentemente fácil y rutinaria: recoger en su apartamento a un joven pirata informático llamado Matt Farrel al que sus superiores quieren interrogar por un caso que desconoce. Cuando llega a la casa del chico, unos misteriosos hombres les atacan y, tras huir de ellos, los dos descubren que el caos reina en las calles porque todos los sistemas de los Estados Unidos están controlados por un misterioso grupo terrorista. Ambos tendrán ahora que unir sus fuerzas para salvar al país.


Nada más y nada menos que trece años después de “Jungla de cristal. La venganza” nos encontramos con la cuarta parte de una saga que ya todos pensaban que iba a quedar para siempre como una trilogía: “La jungla 4.0” (y ahora además está en los cines nada más y nada menos que la quinta). Su salida al mercado coincidió, como la de la mencionada quinta entrega de la serie, con una nueva y hasta cierto punto polémica moda que se ha instaurado en el Hollywood totalmente falto de ideas de hoy: la del rescate de sagas comerciales clásicas (especialmente de los años ochenta y noventa) por medio de nuevas y del todo inesperadas secuelas: “Terminator III: La rebelión de las máquinas” (no hablo de la cuarta entrega de esta saga porque la considero, de alguna forma, una entrega aparte que inaugura una nueva "saga" dentro de la propia saga), “Rocky Balboa”, “John Rambo” o “Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal” asentaron hace pocos años esta mencionada moda, ahora con nuevas adquisiciones en sus filas como "Tron Legacy" o el nuevo Conan (el Bárbaro). Es lógico que, cuando se resucitan las andanzas de personajes míticos que llevan tanto tiempo “jubilados”, un cierto halo de desconfianza envuelva al público y a sus fans. Además, el hecho de que la propia industria norteamericana ponga en evidencia la crisis artística total en la que lleva sumergida ya más de una década no ayuda mucho a mirar con confianza un filme de estas características. Los resultados de estas sorpresivas resurrecciones pueden ser catastróficos, como en el caso de la tercera parte de “Terminator” o el remake del bárbaro Conan o medianamente aceptables (por lo menos eso opino yo), como en el caso de las mencionadas “Rocky Balboa”, “John Rambo”, “Indiana Jones y el Reino de la Calavera de Cristal”, "Tron Legacy" o la película que nos ocupa.


“La jungla 4.0” no va a sorprender ya a nadie y, sin embargo, y a pesar de la mediocridad de la que hasta ahora ha hecho gala el director encargado de dirigirla, Len Wiseman, resulta en todo momento un producto de acción divertido (lo cual hoy, tristemente, es ya extraño, y más tratándose de la cuarta parte de una serie). Bruce Willis interpreta a un John McClane más viejo, más cínico y más desilusionado con el mundo que nunca que, de nuevo (y ya van), tiene que hacer de héroe a su pesar enfrentándose a unos nuevos terroristas con la ayuda de un nuevo compañero, un joven y experto hacker (muy solvente Justin Long, aunque se echa muchísimo de menos al genial Samuel L. Jackson de la anterior cinta). Los mencionados terroristas ahora, además de usar las armas, utilizan la informática para paralizar todos los sistemas de los Estados Unidos. Para enfrentarse a ellos McClane pondrá la fuerza, y su compañero Matt Farrell sus conocimientos del mundo de los ordenadores. La química entre ambos está muy bien instaurada, y la trama, lineal y básicamente bien llevada y con buen pulso y ritmo, avanza alternando frenéticas y espectacularísimas escenas de acción con pequeños enigmas que hay que resolver.


Los efectos especiales son más y mejores que nunca, y la acción que articula la historia es verdaderamente delirante (en el buen sentido, ya que ciertas escenas ni se toman en serio ellas mismas –la película “goza” de una total falta de pretensiones en todos los sentidos que la hace tremendamente fresca-). El villano de turno, interpretado por Timothy Olyphant, aporta un carisma aceptable (aunque no llega al nivel de los anteriores Alan Rickman y Jeremy Irons), al igual que sus secuaces, entre los que se encuentran hombres saltarines y expertas en artes marciales (la pequeña aparición de Kevin Smith es también muy destacada). “La jungla 4.0” no va a enseñar nada nuevo y tampoco va a aportar nada a una saga que tal vez debería haberse dejado cerrada (sobre todo porque su siguiente parte, la que ahora está en las salas, deja tristemente bastante frío -de ella hablaré mañana-). Sin embargo, tampoco pretende ninguna de las dos cosas. Lo único que busca es divertir, y lo cierto es que lo consigue con una dignidad que pocas películas de su género ya tienen.

1 comentario:

  1. Si te comento que sólo he visto la primera, puede que te lleves las manos a la head y te arranques unos cuantos cabellos de tu leonina cabellera. Prometo que haré los homework soon ;)

    Asumiendo que pocos se atreverán a leer el largo análisis de mi blog, te dejo algun breve consejillo por aqui. Yo, en tu lugar leería el book primero, porque es una maravilla, pero si te animas a ver la peli antes, no vayas con expectations ni prejuicios. Gran parte de la critica la ha apaleado, cuando lo cierto es que hay pelis mucho peores de directores "de culto" y que no se atreve a criticar casi nadie. La primera vez que la ves te distraen dos cosas: el estrés de tratar de entender todo lo que esta pasando a la vez (y son 6 historias, nada menos) y el maquillaje chanante de los actores, asi que es probable que muchas cosas se queden por el camino. De todas formas, tanto si te gusta como si te horripila, descubre a David Mitchell, porque de eso no creo que te arrepientas ever.

    Anna Karenina me ha parecido una de las adaptaciones más artificiosas y frias que he visto en mucho tiempo. No transmite absolutamente nada y mira que el material es super intenso y emotivo. A mi también me ha dado pena por Wright, la verdad.

    ¡Sabía que te gustaría Weekend! Es tan sencilla e intensa a la vez. ¡Peliculón!

    Kisses cinéfilos ***

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