El letal asesino alienígena Boris "El animal", experto en la destrucción de planetas, ha escapado de la prisión en la que estaba encerrado en la Luna y está buscando al hombre que lo atrapó para acabar con él para siempre... Ese hombre no es otro que el agente K. Su compañero J, cuando éste desaparece misteriosamente, viaja al pasado de la Tierra, a 1969, para localizar al joven K, advertirle de la amenaza y colaborar con él para pararle los pies a Boris.
Sin ser una maravilla en absoluto, "Men in Black III" vuelve, por lo menos, a la senda de la primera de sus antecesoras; es decir, a ser una película palomitera esencialmente divertida. Tras el malísimo sabor de boca que dejó la bazofia de "Men in Black II", había dos opciones: o cagarla todavía más o levantar aunque sea un poquito el listón, y por lo menos se ha tomado este último camino. Tommy Lee Jones, intuyo, no tenía ya demasiadas ganas de salir en esta película (que también intuyo ha llegado a las salas, diez años después de la segunda parte de la trilogía, para intentar rascar algo en la fiebre de "revivals" de viejas sagas y de reinicios que estamos viviendo), y eso favorece al conjunto, ya que es el joven agente K interpretado por Josh Brolin el que toma su relevo y el que refresca un poquito la cosa (Lee Jones apenas aparece al inicio y al final, y casi que mejor, porque tener a un protagonista actuando sin ganas suele ser destructivo para la obra). "Men in Black III" es otro refrito de hechos y de estilo de la primera "Men in Black", aunque el que el personaje de Will Smith (solvente en su esperable papel de agente graciosillo) viaje al pasado sirve para insuflar un merecido soplo de aire fresco a la franquicia.
Un excelente y divertidísimo Josh Brolin da como he señalado vida al joven Lee Jones y salva casi por completo a la película: tiene gracia como el K del pasado, tiene el punto justo entre hieratismo y cinismo, tiene mucho carisma y, además, el guión conecta bien su historia de juventud con la de su compañero J. En una suerte de homenaje a "Regreso al futuro", "Men in Black III" se ambienta casi toda a finales de los años sesenta, donde J y K luchan contra Boris "El animal", un villano que no es que sea una bomba pero que cumple su función interpretado con solvencia por el actor, cómico y músico Jemaine Clement. Y bueno, hay paradojas temporales muy discutibles pero ya saben, esto es una comedia, y en una comedia estas paradojas tienen su gracia, especialmente en el emotivo desenlace de la cinta, que no revelo pero que tiene su sorpresita digna. El resto es lo de siempre, acción, humor (menos vergonzante que el de "Men in Black II", menos mal) y buenos efectos especiales. Rip Torn no repite en la entrega (su personaje ha muerto al comenzar el filme) pero está ahí Emma Thompson que lo sustituye bien y algún secundario graciosete. "Men in Black III" se puede ver: se olvida pronto, pero por lo menos entretiene, y eso ya es, tristemente, bastante hoy en día.
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