Selene despierta tras quince años en coma en un mundo que no conoce: los humanos descubrieron la existencia de los vampiros y los hombres lobo y se dedicaron a exterminar a ambas razas hasta haberlas dejado al borde de la desaparición. Tras descubrir que los hombres prácticamente les han ganado la guerra y que Michael ha desaparecido, Selene se pone en marcha para sacar algo en claro. Pronto, una terrible conspiración se urde a su alrededor y una niña con poderes extraordinarios se cruza en su camino. Por supuesto, tanto los vampiros como los licántropos que quedan con vida quieren hacerse con esta niña por misteriosas razones...
La pareja creativa sueca conformada por Mans Marlind y Bjorn Stein únicamente ha dirigido tres películas hasta la fecha: los irregulares thrillers de corte fantástico "Storm" (en Suecia) y "La sombra de los otros" (en los USA) y la horrorosa "Underworld. El despertar" (de nuevo en los Estados Unidos).
Con "Underworld. El despertar", que todavía está en las salas, la saga de los susodichos vampiros y licántropos vuelve a la línea temporal de sus dos primeras entregas tras la precuela de la tercera y Kate Beckinsale vuelve a tomar la batuta protagónica de la historia con la misma poca gracia de siempre y en otro nuevo despropósito donde se repiten, una vez más, todos los horrores de sus antecesoras. La trama vuelve a ser lineal y nada interesante, los personajes vuelven a ser planísimos, la estética azulada hasta la saturación cansina y las escenas de acción aburridas (amén de los actores sosos y desganados). Ahora, además, y de buenas a primeras, los vampiros son los buenos de la función y los hombres lobo los malos. Por la cara. Porque sí. Aún siendo unos bodrios, las tres primeras entregas por lo menos no eran tan descaradamente simplotas y "cutremaniqueas": los dos bandos enfrentados tenían sus más y sus menos y quedaba claro que cada uno tenía sus propios intereses a pesar del odio al contrario. Pero no, ahora no: ahora los hombres lobo son bestias sin alma y, lo que es peor, los vampiros pasan de ser sibilinos y conspiradores a ser comedidos y algunos hasta bondadosos. ¿Habrá tenido algo que ver en esto el éxito de la saga "Crepúsculo"?
Por otra parte, el personaje antes principal de Michael prácticamente ha desaparecido de la trama (y miren que supuestamente era el "Ser perfecto" envidiado y codiciado por chupasangres y "bestiaspardas" -además de ser el amor loco de la protagonista-) para ser un mero apunte en el inicio y en el final del filme (aunque se deja abierta su aparición en la quinta entrega de la saga... supuestamente, porque me espero ya cualquier barrabasada de este producto). Y es que sí, amigos, la historia de "Underworld. El despertar" todavía se queda abierta para una nueva entrega, y posiblemente la tengamos por ahí rondando en los próximos años ya que la saga ha dado muestras sobradas de ser tremendamente rentable al estilo de otras interminables maravillas como "Resident Evil" o "Saw" (que cada vez son más largas, más absurdas y más herederas de la peor serie B en su modo de producción). Que horror.
La pareja creativa sueca conformada por Mans Marlind y Bjorn Stein únicamente ha dirigido tres películas hasta la fecha: los irregulares thrillers de corte fantástico "Storm" (en Suecia) y "La sombra de los otros" (en los USA) y la horrorosa "Underworld. El despertar" (de nuevo en los Estados Unidos).
Con "Underworld. El despertar", que todavía está en las salas, la saga de los susodichos vampiros y licántropos vuelve a la línea temporal de sus dos primeras entregas tras la precuela de la tercera y Kate Beckinsale vuelve a tomar la batuta protagónica de la historia con la misma poca gracia de siempre y en otro nuevo despropósito donde se repiten, una vez más, todos los horrores de sus antecesoras. La trama vuelve a ser lineal y nada interesante, los personajes vuelven a ser planísimos, la estética azulada hasta la saturación cansina y las escenas de acción aburridas (amén de los actores sosos y desganados). Ahora, además, y de buenas a primeras, los vampiros son los buenos de la función y los hombres lobo los malos. Por la cara. Porque sí. Aún siendo unos bodrios, las tres primeras entregas por lo menos no eran tan descaradamente simplotas y "cutremaniqueas": los dos bandos enfrentados tenían sus más y sus menos y quedaba claro que cada uno tenía sus propios intereses a pesar del odio al contrario. Pero no, ahora no: ahora los hombres lobo son bestias sin alma y, lo que es peor, los vampiros pasan de ser sibilinos y conspiradores a ser comedidos y algunos hasta bondadosos. ¿Habrá tenido algo que ver en esto el éxito de la saga "Crepúsculo"?
Por otra parte, el personaje antes principal de Michael prácticamente ha desaparecido de la trama (y miren que supuestamente era el "Ser perfecto" envidiado y codiciado por chupasangres y "bestiaspardas" -además de ser el amor loco de la protagonista-) para ser un mero apunte en el inicio y en el final del filme (aunque se deja abierta su aparición en la quinta entrega de la saga... supuestamente, porque me espero ya cualquier barrabasada de este producto). Y es que sí, amigos, la historia de "Underworld. El despertar" todavía se queda abierta para una nueva entrega, y posiblemente la tengamos por ahí rondando en los próximos años ya que la saga ha dado muestras sobradas de ser tremendamente rentable al estilo de otras interminables maravillas como "Resident Evil" o "Saw" (que cada vez son más largas, más absurdas y más herederas de la peor serie B en su modo de producción). Que horror.
Horrible. Como bien dices han amariconado a los vampiros (¿Harán lo mismo con los zombies ahora tan de moda?) Y esta secuela encima aburre, lo que me parece inperdonable en una producción de este tipo. Apañados estamos los amantes del cine de vampiros si hemos de elegir entre películas como esta o la pretenciosa (para mi gusto) "Déjame entrar". Saludos
ResponderEliminartngo ganas d verla, pero tras el fiasco de la precuela en la q lo mjor era Rhona mitra...
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