Porco Rosso
lunes, 12 de diciembre de 2011
LA GUERRA DE LAS GALAXIAS de George Lucas – 1977 – (“Star Wars”)
El terrible Imperio domina la galaxia con mano de hierro y únicamente una valiente fuerza rebelde se atreve a plantarle cara. Cuando la Princesa Leia, una de las líderes de la Rebelión, es raptada por Darth Vader, el siniestro servidor del misterioso Emperador, dos robots son enviados al inhóspito planeta desértico de Tatooine con un mensaje para alguien llamado Obi-Wan Kenobi que, al parecer, podría ayudar a los rebeldes. Ambos androides terminan de casualidad en las manos del joven Luke Skywalker, un granjero que sueña con una vida de constantes viajes… Y que parte junto a ellos a buscar al hombre del que hablan. Él no lo sabe, pero su gran aventura está a punto de empezar…
Hablar de “La Guerra de las Galaxias” y de todo lo que conllevó y aún conlleva su estreno nos daría para varios blogs, por lo que voy a ser breve y conciso en el comentario de hoy. El joven George Lucas, que había dirigido hasta entonces el filme de ciencia ficción “THX 1138” (un gran fracaso) y la comedia nostálgica juvenil generacional “American Graffiti” (un gran éxito), se lanzó a rodar su proyecto más querido con muy poca confianza por parte de los productores e incluso de la crítica, que le auguraba un nuevo y estrepitoso fracaso para su nueva incursión en el cine de ciencia ficción (que en aquella época estaba injustamente menospreciado a pesar de contar ya con grandísimas obras maestras –desde “Planeta prohibido”, “La invasión de los ladrones de cuerpos” o “La mosca” hasta “El planeta de los simios” o “2001. Una odisea del espacio”, por poner unos cuanto ejemplitos). Lucas cobró una miseria por escribir y dirigir la película, pero, a cambio de esto, en el estudio le dieron (convencidos totalmente de que su obra no llegaría lejos) el control total sobre la comercialización de todos los productos derivados de ella. Once millones de dólares terminó costando “La Guerra de las Galaxias”… Y recaudó nada más y nada menos que 460. Fue, además, la primera película de la historia que dio más beneficios fuera que dentro de las salas. George Lucas terminó de alcanzar la fama con ella y se convirtió en uno de los más grandes reyes del merchandising de todos los tiempos y también de los efectos especiales tras la creación de la Industrial Light and Magic (por desgracia, ya no ha pasado de eso).
“Star Wars” ha creado todo un mundo, una mitología incomparable, una religión que adora a “La Fuerza” (es cierto), novelas, series de televisión, cómics, parodias, videojuegos, juguetes, figuras de coleccionismo, ropa, alimentos… Es verdaderamente interminable el material existente de esta saga fantástica que se hizo famosa en el mundo entero y que tal vez sea la más adorada de su género junto a “Star Trek” y “El Señor de los Anillos”.
La película que hoy nos ocupa, la primera de una genial trilogía (posteriormente llegaría otra horripilante y detestable) mezclaba con una habilidad y un encanto sin par la fantasía épica más clásica (desde el mencionado “El Señor de los Anillos” hasta los poemas de Homero o los anónimos nórdicos como “Beowulf”), el peplum, el western, las películas de piratas y los filmes de samurais (“La fortaleza escondida” de Akira Kurosawa fue una clarísima inspiración para Lucas) y lo envolvía todo en un fondo futurista cargado de un romanticismo tremendamente evocador y además animado por unos efectos especiales más que solventes, por unos magníficos escenarios y por una imaginativa galería de personajes humanos, cibernéticos y alienígenas de toda clase y condición. Su reparto, acertadísimo, contaba con unos tremendamente carismáticos actores casi desconocidos (exceptuando a Alec Guinness y a Peter Cushing) que dieron vida a unos protagonistas que ya son parte indisoluble de la cultura norteamericana moderna. Por desgracia, únicamente Harrison Ford tuvo una carrera perdurable (ni Mark Hamill ni Carrie Fisher lograron despuntar más allá a pesar de las esperanzas que se tenían puestas en ambos). “La Guerra de las Galaxias” sigue siendo hoy una joya del cine de ciencia ficción, al igual que sus dos continuaciones: “El Imperio contraataca” y “El retorno del Jedi”.
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Saga dedicada, cómo a no, a la perra parda de Barbader.
ResponderEliminarComo me ha gustado que mentes la reconocida influencia de “La fortaleza escondida” (mi favorita del célebre realizador japonés junto a "Rashomon"), y me quedo especialmente con la última frase de la entrada... Ningún JarJar de las narices nos quitará jamás lo que sentimos tantísimos por esa trilogía inicial!(joder, todavía recuerdo cuando mi hermano mayor me llevo al Jedi de estreno con 8-9 años y salir del cine como en otra dimensión). Gran y necesario (todo lo que sea separar estas tres de la otra trilogía "horripilante y detestable" es de aplaudir para mí) posteo. Saludos guzzeros.
ResponderEliminar¿Qué se puede decir de semejante maravilla rodada por Lucas hace ya treinta y cinco años? Yo soy devoto seguidor de la saga, mi preferida con diferencia es "El Imperio Contraataca", que me parece una obra maestra absoluta. Probablemente estemos ante una de las creaciones cinematográficas más completas de todos los tiempos, en cuanto a nivel de universo propio. Que la fuerza os acompañe siempre, como diría el bueno de Obi-Wan.
ResponderEliminarUn saludo
Lo que da completo sentido a toda la saga y le hace madurar es "El imperio contraataca", con esas revelaciones que marcaran el pasado y el futuro.
ResponderEliminarEn mi opinión "El imperio contraataca" es la mejor de la saga. Pero desde luego "Una nueva esperanza" es una absoluta obra maestra, visionaria, arrebatadora y una de mis fuentes de placer más grandes de todos los tiempos. Cuando quiero hablar de un genio revolucionario, que se lo lleva todo de calle, aunque nadie confie en él, hablo de George Lucas. Porque no estamos hablando solo de una obra maestra, sino de un éxito arrollador, el más grande hasta el momento. Ver el documental sobre su creación es aún más emocionante que ver la peli, sientes la soledad de un hombre con su visión, y un montón de gente (actores, técnicos)que no pueden entenderlo. Lástima que el mismo director de esta epopeya galáctica, además de "THX 1138" y "American Graffiti", no supiese estar a la altura, y se dedicase a explotar su éxito hasta el final. Ojala un día nos ofrezca una peli como THX otra vez, y deje de dar por el saco con remodelaciones de sus viejas pelis. Sigue teniendo talento, y mucho, pero se niega a utilizarlo de manera constructiva, está obsesionado con la tecnología.
ResponderEliminarmagnifica, no como la nueva trilogia
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