Carlos Galindo es un inmigrante ilegal mexicano que vive con su hijo Juan, adolescente, en Los Angeles. Tras muchos esfuerzos y gracias a la ayuda de su bondadosa hermana, Carlos ha logrado comprar el camión de su antiguo jefe, que ha vuelto a México tras haber hecho mucho dinero en los Estados Unidos. Carlos ahora tiene su propio negocio: es jardinero ambulante en los chalets de los ricos de Los Angeles; es el camino para que su situación mejore. Sin embargo, un día, la fatalidad le juega una mala pasada: le roban su camión. Junto a su hijo, Carlos partirá a buscarlo por toda la ciudad. Paradójicamente, este hecho terrible va a unirlos a ambos de manera indisoluble.
Chris Weitz ha sido hasta su última película, "A better life", un director del montón sin nada especialmente destacable. Dirigió junto a su hermano Paul las comedias "De vuelta a la Tierra" (mala) y "Un niño grande" (aceptable aunque muy previsible), tras lo cual en solitario se encargó de los muy irregulares filmes fantásticos "La Brújula Dorada" y "Luna Nueva", la segunda entrega de la saga "Crepúsculo".
Basándose ligeramente en las tramas sociales del estilo de la inolvidable "Ladrón de bicicletas" del gran Vittorio de Sica, en la que la pérdida de un objeto guia a los personajes por un mundo de miseria que sin embargo les termina uniendo, "A better life" es una película muy simple pero muy efectiva que brilla con luz propia en la filmografía mediocre de Chris Weitz (esperamos que siga así en futuras obras). Un padre y su hijo, ambos inmigrantes mexicanos en los Estados Unidos, han de unir sus fuerzas para encontrar el camión que le han robado al primero de ellos, camión en el que ha invertido los pocos ahorros que tenía y parte del dinero de su abnegada hermana y sin el cual no puede desempeñar su trabajo de jardinero ambulante en chalets ricos de Los Angeles. El periplo, se lo imaginan, es crudo como la propia vida de los inmigrantes pobres en los USA: encuentos con otros inmigrantes incluso más pobres que ellos, pisos patera, trabajos basura, robos, insolidaridad, jóvenes sin muchas oportunidades de futuro, amenazas de deportación constantes y hasta penas de prisión injustas. La fatalidad está siempre presente, aunque, como es de esperar, padre e hijo acaban más inseparables que nunca a pesar de las distancias que se terminan abriendo ante ellos. Canto a la familia unida y a la esperanza, "A better life", a pesar de que pueda resultar previsible en ciertos aspectos, es una magnífica historia social rodada con una sinceridad pasmosa y con una simpleza cargada de delicadeza que la encumbran por encima de otras propuestas parecidas que caen en la grandilocuencia, en el maniqueísmo o en la demagogia. Está animada además por un reparto excelente (el juvenil incluido) y rodada en un estilo directo y realista con un toque de lirismo leve y justo nada forzado. ¿Será Chris Weitz una promesa en un buen cauce?
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