SUPER 8 de J.J. Abrams - 2011 - ("Super 8")

Verano de 1979. El adolescente Joe Lamb, de un pequeño pueblo de Ohio, se dispone a rodar con sus amigos una película de zombies en Super 8. Joe pasa por la primera crisis de su vida: su madre ha muerto el pasado invierno y la relación con su padre, un policía amargado y distante, no marcha nada bien. Joe está a punto de descubrir, junto a sus colegas, un terrible secreto en el que se hunden los tentáculos del propio Gobierno y de criaturas de otro mundo. Sin embargo, también está a punto de descubrir la amistad verdadera y el amor.


Tras una larga trayectoria en el mundo de las series (fue uno de los creadores de la ya mítica y siempre polémica en lo que a calidad se refiere "Perdidos"), J.J. Abrams se ha labrado en pocos años un prometedor futuro también en la gran pantalla (para la que ha dirigido la tercera y notable parte de la saga de "Misión Imposible" y el genial retorno al universo de "Star Trek" de su entrega número once), prometedor futuro que se confirma con la pequeña joyita que es "Super 8", un homenaje a las comedias familiares de aventuras de la década de los ochenta. Bajo la clásica premisa de la historia de adolescentes que al más puro estilo "Los Goonies" se enfrentan a una amenaza desconocida, Abrams elabora una divertidísima cinta sin ninguna pretensión más allá de divertir pero que contiene un tono de autor muy firme en el que el referido homenaje ochentero está por todas partes: el misterio que surge en medio de un verano sin muchas expectativas, la siempre presente historia de descubrimiento del amor, el conflicto paterno-filial, el alienígena perdido pero no necesariamente maligno, los malvados agentes del Gobierno, el ensalzamiento de la amistad, el pueblo casi entrañable de la norteamérica profunda con sus hamburgueserías de barrio y sus "lugares misteriosos y sagrados", las películas de zombies rodadas con medios escasísimos y, por supuesto, el hecho de que la acción esté ambientada en 1979. No todo acaba aquí: los personajes rebosan carisma (y los niños están excelentemente interpretados, al igual que los adultos) y tienen conflictos profundos, el happy end es lógico y nada forzado, la acción es la justa y el enigma está dosificado para entretener desde el principio y sin pausa (y ciertamente engancha utilizando la sugerencia). "Super 8" confirma a J.J. Abrams junto a la también genial "Star Trek XI" como uno de los nuevos grandes comerciales norteamericanos.