LOS SIMPSON. LA PELÍCULA de David Silverman - 2007 - ("The Simpsons Movie")

Homer tiene una nueva mascota: un cerdo. También tiene un nuevo armatoste en el jardín: un silo para guardar sus excrementos. Cuando Lisa lleve a cabo con gran éxito una campaña contra la contaminación del lago de Springfield, Homer se deshará de su silo lanzándolo al mismo lago… El desastre va a llegar a la ciudad, el desastre más grande que sus habitantes han conocido, y sólo los Simpsons van a poder pararlo.

David Silverman ha sido uno de los directores de “Monstruos S.A.” y el director de la película que nos ocupa: “Los Simpson: La película”.


No nos vamos a poner a hablar a estas alturas ni de Matt Groening ni de su gran serie “Los Simpson”, que se ha convertido por derecho propio en un icono de la cultura moderna y que, para celebrar sus casi veinte años de existencia (entonces, ya tiene casi 22, pues empezó a emitirse en diciembre de 1989), tuvo su correspondiente película para la gran pantalla, creada y desarrollada por muchos de los guionistas habituales de la propia serie y dirigida por David Silverman, que ya se había encargado antes de capítulos de la misma. La familia Simpson se encuentra, por culpa de Homer (cómo no), desterrada de Springfield, que ha sido cubierta por una gigantesca cúpula y aislada del mundo por este sistema gracias a haberse convertido en una ciudad ultracontaminante extremadamente peligrosa. Para redimirse, tendrán que salvarla, ya que el gobierno de Arnold Schwarzenegger pretende borrarla del mapa con una potente bomba. Como se imaginan, cada personaje actuará como en la serie: Lisa se desquiciará, Homer se moverá entre la culpabilidad, el cinismo y la pura estupidez; Marge pondrá la nota racional en medio del caos absoluto, Bart hará sus trastadas, Maggie encontrará soluciones casuales en el último momento, el Abuelo estorbará, Flanders ayudará a los protagonistas a salir de sus apuros, el Señor Burns no soltará prenda, al pequeño Ralph le darán su correspondiente paliza…


La película parodia claramente a la clásica comedia familiar veraniega con sus autosuperaciones varias y sus aventuras de alto voltaje pero con el humor habitual de “Los Simpson”, humor que por desgracia se acerca mucho más al de las últimas temporadas de la serie (directamente absurdo y surrealista -más en la línea de otras como “South Park”-) que al de las primeras (mucho más irónico, sarcástico e inteligente). Grandes momentos (como la parodia de “Una verdad incómoda”, el documental contra el cambio climático de Al Gore por parte de Lisa) se alternan con otros que pueden tener su gracia pero que no pasan de ser simples gags emparentados con el mencionado humor absurdo. Por otra parte, se echan de menos apariciones más amplias de personajes míticos que apenas tienen protagonismo (Patty y Selma, por ejemplo, que habrían dado muchísimo juego). El filme, rodado combinando la animación tradicional con la animación generada por ordenador, dura una hora y media y tiene un excelente ritmo a veces frenético. Sin embargo, el conjunto da la sensación de no ser más que un capítulo de la serie alargado, y un capítulo para colmo muy normalito. La crítica es corta, pero poco más hay que comentar de “Los Simpsons: La película” (y no me voy a poner a enumerar los gags). Es una pena, pero no hay nada más. Tal vez el momento de hacer una película sobre la familia más famosa de Springfield fue hace diez o doce años, no hace cuatro.