Porco Rosso
domingo, 21 de agosto de 2011
C.R.A.Z.Y. de Jean-Marc Vallée - 2005 - ("C.R.A.Z.Y.")
Zac Beaulieu nace en Canadá en 1960 en el seno de una familia numerosa de clase media. Desde muy pequeño, empieza a sentir algo que no sienten los demás chicos de su edad: es más sensible que ellos, quiere jugar con los juguetes de las niñas y le empiezan a atraer los otros chicos. Agobiado por un padre que no acepta su identidad sexual, por tres hermanos mayores que se burlan de ella y por un ambiente que, a pesar de enarbolar la bandera de la libertad, sigue siendo brutalmente conservador, Zac se reprime e intenta llevar una vida “normal”. Sin embargo, su condición nunca deja de llamarle a gritos…
Poco sé del director canadiense Jean-Marc Vallée, salvo que dirigió en 1995 el thriller “Lista negra” (no sé si se trató de su debut) y posteriormente un extraño western: “Los locos”. Su tercera película es el drama “C.R.AZ.Y.”, que comento, y la cuarta "La Reina Victoria".
“C.R.A.Z.Y.” es una película sobre el despertar y la negación de la homosexualidad en una sociedad represora y también sobre tres generaciones distintas de jóvenes canadienses inspirada en la propia vida de su co-guionista, François Boulai, mezclada con elementos de la propia del director, Jean-Marc Vallée. Hábil y precisa mezcla de comedia y drama familiar, realiza el filme todo un periplo por las mencionadas generaciones en las que Zac, el protagonista, pasa respectivamente su infancia (los sesenta), su adolescencia (los setenta) y su madurez (los ochenta), treinta años en los que él mismo se reprime aquello que le hace especial: su homosexualidad. Marcado, como tantos, por una educación en el seno de la Iglesia cristiana y en el de una sociedad machista y especialmente marcado por un padre con el que empieza a llevarse mal desde que ambos descubren sus gustos sexuales, Zac lucha sin descanso contra su condición. Se enamora y se siente atraído por hombres, pero sale con mujeres e intenta demostrar en todo momento una actitud de hombría. Ha de luchar, además de contra su padre, al que en el fondo adora pero que es la gran fuente de sus frustraciones, contra sus hermanos mayores: un estudioso repelente, un drogadicto problemático y un deportista zafio y bastante tonto. Cuando Zac logra, tras mucho sufrimiento, integrarse en el mundo que le rodea y dejar de lado sus instintos, es feliz. Pero el drama estalla, porque los verdaderos instintos de uno no se pueden reprimir.
Cimientado en un agilísimo montaje, el filme sólo tiene un fallo: es demasiado largo y contiene escenas que sobran, especialmente cercanas al desenlace (todas las escenas del viaje a Oriente Medio se las podían haber ahorrado). Sin embargo, esto queda subsanado por su gran capacidad dramática, que alterna sin cesar con un humor irónico y siempre justo y por sus interpretaciones de altura, además de por el desarrollo de los personajes. No sólo se centra el filme en el protagonista principal, sino que también da papeles de peso a su padre, a su madre, a su novia y a uno de sus hermanos, al más problemático. Los secundarios, por otro lado, tampoco están únicamente para hacer bulto: están desarrollados en su justa medida. Comentar por último queda la excelente representación de las épocas en las que transcurre la película, montada sobre una banda sonora genial que las retrata: Robert Charlebois, Patsy Cline, The Rolling Stones, David Bowie, Pink Floyd, The Cure… Muy buena obra sobre aquellas décadas de gloria.
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Siempre tuve ganas de ver esta película. Me hablaron de ella hace un par de años y desde entonces tengo curiosidad, pero, lo que es la vida, que todavía no me he puesto.
ResponderEliminarMe acuerdo que cuando la estrenaron leí que se habían gastado un dineral en adquirir los derechos de las famosas canciones de la banda sonora. Espero que les quedara suficiente presupuesto para hacer una buena película, me la apuntaré.
ResponderEliminarUn saludo
Hola, soy Emilio de cinemafilmesclub, te escribo como anónimo porque no me deja identificarme con la cuenta de google, desde que hizo el cambio de aspecto no doy pie con bola.
ResponderEliminarPerdonad que tarde tanto en escribir y contestaros , pero este año tengo que bajar el ritmo. No tengo mucho tiempo para dedicarle a los blogs. Crazy, como dices es una de las comedias más inteligentes de los últimos tiempos sin perder esa vertiente social. Muy recomendable. Un saludo.
Masterpiece! La banda sonora es de otro mundo y el simbolismo arrastrado de la infancia como el crucifijo o un inhalador para el asma. Y también el viaje iniciático al desierto, donde uno se encuentra solo consigo mismo. Una gran visión filosófica del individuo frente a la sociedad.
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