Porco Rosso

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miércoles, 27 de julio de 2011

TRANSFORMERS III. EL LADO OSCURO DE LA LUNA de Michael Bay - 2011 - ("Transformers III. Dark of the Moon")


Los Autobots, en una de sus misiones con el ejército norteamericano, encuentran un arca milenaria que les abre las puertas de su reencuentro con Sentinel Prime, uno de sus viejos líderes y héroes, al que todos creían desaparecido o muerto. Paralelamente y por desgracia, los Decepticons vuelven a dar señales de vida con los primeros indicios de un malévolo plan con el que pretenden poner a toda la humanidad en contra de los Autobots. Una vez más, el joven Sam Witwicky y sus amigos tendrán que ayudar a Optimus Prime y a los suyos a salvar la Tierra.


"Transformers III. El lado oscuro de la Luna" es más digerible que la porquería de "Transformers II. La venganza de los Caídos", pero eso no significa que deje de ser una película sin interés ninguno en ninguno de sus aspectos salvo el visual. Es más digerible porque su argumento, sin ser una maravilla en absoluto, por lo menos va a alguna parte, y porque se han eliminado la mayor parte de los secundarios cómicos de la anterior película, que la terminaban de hacer verdaderamente insufrible. Michael Bay vuelve a diseñar un precioso espectáculo visual que vuelve a ser por desgracia bastante vacío y que no llega a cumplir tampoco como filme de aventuras simplemente divertido. Como la primera "Transformers" de 2007, la hasta ahora última entrega de la saga es demasiado larga (dos horas y veinte minutos) para una trama sin sorpresas apoyada en constantes escenas de acción a cada cual más delirante y, todo hay que decirlo, pesada (todas las escenas son demasiado extensas y para colmo algunas, entre tanto efecto especial de lujo, llegan a ser confusas, como ya ocurrió en las dos antecesoras del filme). El reparto básico de la obra repite exceptuando a Megan Fox, que es sustituída por la solvente Rosie Huntington-Whiteley como novia del protagonista, y también repiten toda la glorificación del ejercito y de la vida militar y un humor bastante insoportable y por momentos de pura vergüenza ajena que, por lo menos, no está tan presente como en la segunda entrega de la saga. Alguna sorpresilla como la traición de Sentinel Prime salva ligeramente al conjunto del aburrimiento, así como un combate final de Optimus Prime contra el mencionado Sentinel y contra Megatrón que sorprende por su inesperada brutalidad (para tratarse de la película de la que se trata) ayuda a hacer algo más amena la plasta de acción y efectos sin sentido con la que Bay nos atosiga durante toda la película, la más rococó en lo que a espectacularidad se refiere de esta horrible trilogía para olvidar.

2 comentarios:

  1. Escoria cinematográfica. Paul.

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  2. Las películas de Michael Bay son como las de Steven Seagal, uno ya sabe a lo que va, no hay mucho sitio para sorpresas. Creo que en el futuro esta trilogía será recordada como la de la chatarra, nunca mejor dicho.

    Un saludo

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