Porco Rosso

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lunes, 18 de julio de 2011

CHICAGO de Rob Marshall - 2002 - ("Chicago")


Chicago. 1927. Dos mujeres radicalmente distintas coinciden en la cárcel: la famosa cantante Velma Kelly y la mediocre ama de casa Roxie Hart, una de sus más fervientes admiradoras. Ambas han cometido un asesinato: Velma ha matado a su hermana y a su marido, adúltero, y Roxie ha hecho lo mismo con su mentiroso amante. Ambas dependen de un hombre para salvarse de la horca: del abogado Billy Flynn, que nunca falla un caso pero que cobra un precio de locura por sus servicios. Roxie busca algo más sin embargo: la fama. Una conspiración va a surgir alrededor de ambas mujeres.


Rob Marshall es un excelente director plástico y un genial creador de espectáculos visuales impecables a menudo basados en la estética del musical clásico brillante, su género preferido. Su filmografía es todavía corta y, a pesar del genial acabado visual de sus cintas, a mi se me antoja irregular. Debutó en la gran pantalla con la excelente "Chicago", a la que siguió la solvente "Memorias de una geisha", la para mi floja "Nine" (visual y musicalmente preciosa, eso sí) y la flojísima "Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas", cuarta entrega de una saga ya demasiado devaluada que Marshall no logró relanzar artísticamente. Habrá que seguir su evolución de cerca.


“Chicago” supuso el debut en la gran pantalla de Rob Marshall y el musical en el que se basa, creado por el gran Bob Fosse y por Fred Ebb en 1975 y representado constántemente en Broadway, está basado en una obra de teatro de Maurice Dallas Watkins, que a su vez se inspiró para escribirla en un caso real que apareció reseñado en la prensa. Rob Marshall, tras su también musical “Annie” para la televisión, retoma el proyecto del prematuramente fallecido Fosse (que pensaba adaptar su propia obra para el mundo del celuloide una vez más) y entrega una película llena de encanto que, con una trama tremendamente simple y directa, se erige como una divertidísima sátira de la sociedad estadounidense de finales de los años veinte cargada de ritmo y de geniales números musicales. La dirección de Marshall es brillante en todos los aspectos: lleva un pulso excelente desde el primer minuto hasta el último, los mencionados números están cargados de inventiva y la ambientación de la época es riquísima, mientras que su caracterización vodevilesca imprime una entrañable aura de irrealidad y nostalgia al conjunto. El reparto también se encuentra en total estado de gracia: Renée Zellweger, Catherine Z. Jones y Richard Gere simplemente deslumbran con sus apariciones, mientras que los secundarios (entre los que destacan la rapera Queen Latifah, John C. Reilly o Lucy Liu) terminan de redondear la historia con sus también magistrales shows (hay que decir que todos los intérpretes cantaron y bailaron sin ayuda de dobles, lo que es verdaderamente admirable pues casi ninguno tenía experiencia en estos campos). “Chicago”, obra tan ligera y fresca como por momentos irónica en su retrato social, tan lúdica como autoral, tan cínica como entrañable, es un magnífico espectáculo lleno de homenajes a grandes clásicos del género (especialmente en su estética y en sus personajes conscientemente estereotipados y caricaturizados). Un entretenimiento artístico de primera.

2 comentarios:

  1. Espectacular esta adaptación para el cine!! El genio de Bob Fosse todavía sigue asonbrándonos!!
    Los musicales que se hicierona continuación no le han llegado a la suela de los zapatos a 'Chicago'.
    Un saludo.

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  2. Vaya, Manderly me lo ha pisado, iba a decir que Marshall es un digno sucesor de Fosse. "Nine" no estaba mal pero se echaba en falta el genio de Fellini y una historia más consistente. Saludos. Borgo.

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