PRINCE OF PERSIA: LAS ARENAS DEL TIEMPO de Mike Newell - 2010 - ("Prince of Persia: The Sands of Time")

El joven príncipe Dastan, del próspero reino de Persia, se va a ver obligado a establecer una alianza de puro interés con la orgullosa princesa Tamina de Alamut cuando una conspiración urdida en su propio palacio intente acabar con él. Alguien quiere hacerse, con propósitos malignos, con una antigua daga capaz de controlar las míticas Arenas del Tiempo, que tienen un poder incalculable capaz de acabar con ambos reinos y de ir más allá. En su aventura, Dastan y Tamina van a descubrir un siniestro plan que les implica a ambos y a todos sus familiares y van también a establecer una química especial en la que no habían pensado...


Si bien la grandísima mayoría de las películas basadas en videojuegos rodadas hasta la fecha son auténtica basura (sin ir más lejos, hace tres días colgué en este blog la despreciable "Max Payne"), existen algunas escasas y honrosas excepciones que, aunque no sean obras maestras (creo que todavía no existe la película definitiva basada en un videojuego), por lo menos cumplen con un cometido básico de ofrecer dos horitas de diversión sin más. El artesano Mike Newell adaptó el pasado 2010 una primera entrega de la mítica y larguísima saga de videojuegos de las aventuras del Príncipe de Persia en "Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo", filme que, protagonizado por un solvente Jake Gyllenhaal bastante parecido al personaje al que da vida, por lo menos consiguió entretener con dignidad. La película presenta una trama de aventuras de corte clásico (con guiños al eterno "estilo Indiana Jones" de humor familiar que han seguido sagas como "La Momia" o "Piratas del Caribe") que a pesar de sus lugares comunes (por otra parte conscientes) por lo menos es, en su esencia básica, fiel al videojuego en el que se inspira. No faltan las peripecias incesantes (bien rodadas en general), el cachondeo (no sonrojante), el romance (no ñoño) y el drama palaciego de traiciones familiares (bien hilvanado y con la sorpresa comedida). Unos secundarios también muy solventes (Gemma Arterton, Ben Kingsley, Alfred Molina) y una ambientación oriental-mágica muy lograda y con encanto terminan de hacer el buen trabajo. "Prince of Persia: Las Arenas del Tiempo" es otro típico éxito de cine palomitero veraniego, pero bien hecho.