Porco Rosso
jueves, 19 de mayo de 2011
BATMAN Y ROBIN de Joel Schumacher - 1997 - ("Batman & Robin")
Batman y Robin se enfrentan a una nueva y terrible amenaza: el Señor Frío quiere congelar toda Gotham y viene, además, acompañado de los malvados Poison Ivy, que puede controlar las plantas a su voluntad, y Bane, que posee una fuerza sobrehumana. Por si fuera poco, Alfred, el fiel mayordomo de los Wayne, está enfermo de muerte, y sólo el Señor Frío tiene el antídoto que puede curarle. Sin embargo, Batman y Robin tienen ahora una nueva compañera para luchar contra las fuerzas del mal: la Bat Chica, sobrina de Alfred.
No es “Superman III” ni “Superman IV”. No es "Supergirl". No es “Batman Forever”. No es “Spawn”. No es “Los Cuatro Fantásticos” ni su secuela junto a Silver Surfer. No es “X-Men III”. Tal vez sea "Catwoman", pero creo que incluso esta basura es mejor. Sí, están en lo cierto: es “Batman & Robin”, y es la peor película de superhéroes de toda la historia del cine. Después del gran éxito de “Batman Forever” en las salas, Joel Schumacher se puso a trabajar con rapidez en la que iba a ser su siguiente película y la cuarta entrega de las aventuras del defensor de Gotham. La fórmula que empleó fue la misma que la empleada en la tercera. Obtuvo (y miren que era bien difícil) resultados infinitamente peores (unos resultados del todo deleznables). El ambiente vuelve a ser el mismo, pero mucho más hiperbólico en todos los aspectos. Gotham es ya un puro circo/opereta colosal glam/kitsch/camp/pop: el neón literalmente se sale de la pantalla y hasta los objetos más insignificantes que vemos en ella desprenden algún tipo de fosforescencia. Predominan extrañamente tres: el azul, el rosa y el verde, tres colores de los que los ojos se cansan al cuarto de hora de metraje. El empalagoso aspecto visual de “Batman & Robin” no importaría de todas formas hasta cierto punto (hay algunos/as a los que la Gotham de Schumacher no les desagrada) si el guión mereciera un mínimo la pena. Pero no: el guión no hay por donde cogerlo. Si “Batman Forever” era plana e infantil, “Batman & Robin” es una película que en puerilidad se queda incluso por debajo de la serie de los años sesenta a la que pretende, como aquella, imitar u homenajear (y encima, no hace ni siquiera gracia). Sus diálogos son los más vergonzosos que he escuchado nunca en una cinta comercial (y miren que los hay horribles). Pongamos varios ejemplos que he podido sacar de Internet: -Alfred: “Señor, ¿les dejo listas las pizzas?”, -Batman: “Nunca salgo de casa sin la Bat-Tarjeta”, -Robin: “Yo también quiero un coche, eso enrolla a las nenas”, -Batman (respondiéndole): “Por eso Superman trabaja solo” o –Batgirl (dirigiéndose a Poison Ivy): “Mujeres como tú hacen que las chicas queden siempre mal”. De puro infarto, pero hay más. La película es un encadenamiento lineal y sin ritmo ninguno de interminables escenas de acción que son un compendio de chorradas pirotécnicas (montadas de forma videoclipera) a cada cual más absurda: lucha en bat-patines sobre hielo, surfing aéreo, carreras ilegales, vuelos imposibles… Todo eso con diálogos como los anteriormente expuestos lanzados a velocidad de vértigo. Los personajes ya no son simplemente planos: ya es que parece que no han salido de ninguna parte y, además, son verdaderamente patéticos (sus acciones y reacciones provocan vergüenza ajena). Batman (ahora George Clooney tras el abandono de Val Kilmer) y Robin (de nuevo Cris O’Donnell) sólo viven para discutir por el traicionero amor de Poison Ivy, que les seduce de la manera más infantiloide nunca vista (y ellos caen en sus garras y repiten sin parar). Esta Poison Ivy es, sin ninguna duda, el peor papel de Uma Thurman en toda su carrera: si pretende ser seductor lo que consigue es dar risa. Lo mismo le ocurre a la Bat Chica (sobrina de Alfred aquí, cuando en realidad es sobrina del Comisario Gordon) que interpreta Alicia Silverstone: su ridículo disfraz y su actitud de niña de instituto malcriada desata la carcajada.
Pero no acaba aquí la galería, porque tenemos como malo malísimo a un Señor Frío interpretado por el mismo Arnold Schwarzenegger (que se llevó una gran parte del presupuesto de la película y que aparecía en los créditos antes que el propio Clooney) que es para llorar, no sé si también de risa o ya de pena. Hay villanos sin carisma, y otros a los que dan ganas de estrangular. Él es uno de ellos, una suerte de Terminator congelado (él mismo lo definió así) que no hace sino trazar planes absurdos e inútiles y soltar idioteces sin descanso intentando parecer frío y distante y logrando asemejarse a un juguete mecánico. En los comics, tanto este Señor Frío como Poison Ivy eran dos villanos atormentados y tristes. Burton tal vez habría hecho algo bueno con ellos. Schumacher los destroza sin piedad, al igual que hace con el otro villano que les acompaña como secundario de la función, el complejo y genial Bane, que queda reducido a una bestia estúpida que no sabe ni hablar. Después de este desastre de película que no gustó ni a los niños pequeños y que fue directa a los Anti Oscars, la saga se paralizó un tiempo. Por suerte, Joel Schumacher no se encargaría de su quinta entrega y oportuno reinicio: sería Christopher Nolan.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Totalmente d eacuerdo, Batman y robin de tan mala que es llega a ser esperpéntica.
ResponderEliminarEstas primeras peliculas de Batman, yo, en Criticas a pares, las voy salteando, pero también tengo intención de irlas criticando todas. Des de luego, esta primera serie de Batman es buen ejemplo de lo mejor y lo peor que se puede hacer en adaptaciones de superhèroes. Lastima que abunde más lo peor que lo mejor...
Felicidades. Muy buena la sèrie de post sobre las peliculas. Seguiras con las de Nolan?
Maldito Schumacher, la que organizó el solo... horrible, horrible.
ResponderEliminarLamentable cinta, aunque yo creo que "El Motorista Fantasma" es aun peor...
ResponderEliminarmuy interesante la pelicula
ResponderEliminar