viernes, 20 de febrero de 2015
TUSK de Kevin Smith - 2014 - ("Tusk")
Wallace y Teddy son dos amigos que llevan juntos un exitoso programa dedicado a freakies y a fenómenos de internet. Wallace se marcha unos días a Canadá a visitar a un chico que se cortó accidentalmente una pierna con una katana y, por desgracia para él, descubre que se ha suicidado. Encuentra sin embargo a otro freakie: a Howard Howe, un hombre obsesionado con las morsas. Cuando le visita en su apartada mansión, Wallace descubre algo terrible... Y su vida se transforma en una pesadilla.
Siempre he defendido al habitualmente denostado Kevin Smith post-"Dogma". Sí, ha tenido sus cosas flojas como "Una chica de Jersey" y claros e incomprensibles bodriazos como "Vaya par de polis", y desde luego que después de la mencionada "Dogma" perdió bastante genialidad (a pesar de que "Clerks II" y "Red State" me parecen dos películas muy personales y excelentes y claramente infravaloradas). Sin embargo, ahora tengo que putearlo de verdad, despiadadamente y con razón. Porque "Tusk", la última película que ha estrenado, es la peor de todas las que ha hecho hasta ahora junto a la mencionada "Vaya par de polis" (ambas rivalizan en pésima calidad, lo cual es terrible). Smith está aquí totalmente irreconocible. El cambio radical de registro puede sentar bien a un director (de hecho, a éste le sentó fantásticamente bien en "Red State", que fue el mejor de los soplos de aire fresco de su filmografía), pero aquí es que directamente no sabemos ni cuál es el registro. Tenemos un thriller de psicópatas a priori pero que termina en una mixtura de drama y comedia gore. El problema de la mixtura es que no funciona: no sabemos si reírnos u horrorizarnos y la película hay momentos en los que se toma en serio a sí misma y momentos en los que no.
El guión de esta cosa es sencillamente horripilante: tras un inicio que interesa y da un poco de mal rollo (aunque tampoco es nada del otro mundo), todo se torna primero en un festival gore y escatológico que sorprende pero que aburre pronto por repetitivo y carente de mucho sentido y, segundo, en un thriller malo, malo, malo, con diálogos malos, con chistes malos, con personajes malos dirigidos por un Johnny Depp que hace por enésima vez de freakie extravagante (qué raro) y que para colmo cierra la película con un desenlace precipitado, resuelto a lo loco y en cinco minutos. El final de esto es un despropósito absoluto y no tiene ninguna gracia (supuestamente, intuyo, pretende tenerla). El conjunto no hay por donde cogerlo: "Tusk" es una de las cosas más infames del pasado 2014 en lo que a cine de terror se refiere. Lo mejor es que, al parecer, esta película es la primera de una trilogía y que a finales de este año tendremos según he leído su secuela. Uffff... Kevin Smith, ahora sí la has cagado, y bien: has metido la pata hasta el fondo.
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