domingo, 15 de febrero de 2015

HAPPY TIMES de Zhang Yimou - 2000 - ("Xingfu shiguang")


Zhao es un hombre que ha pasado la cincuentena sin haber hecho nada de lo que quería hacer en la vida y sin haber tampoco tenido suerte en el amor. Ahora quiere casarse con una mujer más joven que él, una gorda desconsiderada con un hijo obeso vago y egoísta que además tiene a su cargo a una niña ciega hija de su anterior marido a la que desprecia. Zhao, a pesar de encontrarse semejante percal, se empecina en casarse con ella a toda costa... Pero es pobre. Entonces, se le ocurre una idea, una idea en la que tomará parte la joven ciega, experta en masajes... La vida de Zhao va a experimentar un giro inesperado.


Muchas veces, para distinguir a un director simplemente bueno de un director genial, sólo hay que observar cómo llevan a cabo ambos las historias a priori (a priori) más "comunes" y, por qué no decirlo también, típicas, tópicas y hasta sensibleras. El primero hará una comedia o un drama olvidable, y el segundo hará una joyita, mayor o menor en su filmografía, pero una joyita. Un director malo, por supuesto, haría una basurilla de temporada de lagrimita fácil y efectismo emocional barato. Zhang Yimou, tras rodar prácticamente a la vez dos de sus dos grandes obras maestras, "Ni uno menos" y "El camino a casa", entregó, sólo un año después, "Happy times". El filme puede deslucir ligeramente con respecto a sus predecesoras, lo cual es esperable, pero es desde luego una joyita, sí, una muestra de cómo se puede hacer bien un drama de superación sin caer en las tonterías en las que este tipo de dramas suelen caer. Tenemos una niña ciega, tenemos a un hombrecito pasada la cincuentena que se siente muy solo y fracasado y tenemos una situación triste: la familia de la niña ciega no la trata bien porque está compuesta por un atajo de desconsiderados y despreciables seres emocionalmente lerdos. En manos de directores malos o normalitos habríamos tenido la historia de siempre contada de la misma forma de siempre con la misma moralina de siempre. En manos de este gran director chino, la película es una maravilla pequeña, una pequeña maravilla.


"Happy times" tiene unos diálogos graciosos y lúcidos, un mensaje optimista y esperanzador que no se pasa con la azúcar ni mete a lo bestia una moralina barata, una trama con humor y drama en su justa medida y sobre todo alejada de los efectismos dramáticos que he mencionado antes y la preciosa estética de su director de siempre. El telón de fondo es la China de nuestros días, deshumanizada, socialmente en la brecha oriental-occidental, llena de personas solitarias: la protagonista vuelve a ser femenina y el otro protagonista se enfrenta a un cierto conflicto generacional. No tiene, es cierto, el filme la crítica social frontal que tenían los dos anteriores, "Ni uno menos" y "El camino a casa", pero los creadores tienen que experimentar y Zhang Yimou volvería a sus primeros derroteros más tarde. "Happy times" es una película bonita, limpia, directa, que no da gato por liebre. Otro excelente filme de este gran director chino.


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