Porco Rosso

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lunes, 18 de marzo de 2019

¿PODRÁS PERDONARME ALGÚN DÍA? de Marielle Heller - 2018 - ("Can you ever forgive me?")


Principios de los años noventa. Lee Israel es una escritora que vive en Nueva York al borde de la pobreza total: ha perdido su trabajo de periodista, sus libros no venden casi nada y tiene una casa que pagar y un gato que cuidar. Pero Lee no encuentra la manera de salir adelante: es una persona solitaria, que odia a la gente, que cae mal y que es incapaz de adaptarse a las exigencias de las promociones del mundo literario. Por suerte, encuentra una forma de sacar dinero abundante y rápido un tanto particular...


La actriz, directora y escritora norteamericana Marielle Heller ha dirigido hasta la fecha dos películas: "The Diary of a Teenage Girl" y la comentada hoy "¿Podrás perdonarme algún día?".


No conocía a Lee Israel antes de ver esta película. No tenía ni pajolera idea de quién era, lo reconozco. Y ahora, con sus partes luminosas y oscuras, me parece un personaje apasionante. "¿Podrás perdonarme algún día?" está basada en su autobiografía, en su propio libro de memorias, y es un retrato desolador, sórdido y sin concesiones de la desadaptación y la marginación total a la que se enfrentan muchos artistas a lo largo de su vida. Lee vive, a principios de los años noventa, al borde de la pobreza total y absoluta: se queda sin trabajo pasados los cincuenta, sus libros no venden casi nada, tiene que pagar un alquiler y cuidar de un gato y lo único que se le ocurre es falsificar cartas de escritores famosos. Esta trama rocambolesca pero real sirve a la autora y a la adaptadora Marielle Heller para dibujar un mundo opresivo, rancio, agresivo, capitalista descarnado y homófobo. Sus personajes han de bregar con su existencia en este lugar como pueden, y condenados a la soledad o a las adicciones. Este filme es oscuro y desolador, pero también tierno. Es puro claroscuro: hay acciones maravillosas y vilezas escandalosas. Hay supervivencia y amor. Hay amistad y decepción, y pobreza y logros inesperados, y enfermedad y fraternidad. Melissa McCarthy está soberbia. Richard E. Grant, un gran actor bastante olvidado, también. Pero ella, sobre todo ella, es toda la película. Una actuación impresionante de una actriz a la que estamos acostumbrados a ver en comedias pero que se saca aquí un registro que de verdad pone los pelos de punta. Muy recomendable.


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