Gene es un emoji que vive en la ciudad de Textópolis, dentro del móvil de un chico llamado Alex. Gene, a diferencia de los demás emojis, puede expresar diferentes expresiones y no una sola. Esto, por desgracia, no le ayuda a encontrar trabajo en las aplicaciones debido a la confusión que genera. Un día, su suerte parece cambiar: va por fin a salir al texto. Sin embargo, Gene la lía... Y empieza una delirante aventura.
Anthony Leondis es un actor de voz y animador norteamericano que ha dirigido las películas "Lilo & Stitch II: El Efecto del Defecto", "Igor" y "Emoji: La película". También ha trabajado para muchas producciones de Dreamworks Animation o Walt Disney en calidad de asesor, animador u otros trabajos.
Hasta en la propia Wikipedia dice que "Emoji: La película" es considerada una de las peores películas, valga la redundancia, de todos los tiempos. Incluso se la tacha directamente de "infame". Ha sido, no en vano, la primera cinta animada nominada a los Premios Razzie y la primera en resultar ganadora: se llevó cuatro de cinco. Ahí es nada. ¿Lo merece? Sobradamente. Cien por cien. Ganado a pulso, vaya. Porque ciertamente es una de las peores bazofias que se estrenó no sólo el año pasado, sino en los últimos diez. Se trata de aprovechar el tirón de los emojis que dan nombre al título y que vemos todos los días en las aplicaciones móviles. No habría problema si esto estuviese bien hecho: ahí están, por ejemplo, las películas del Universo de Lego, que son fantásticas y, a la vez, más comerciales imposible. Pero no, aquí la calidad brilla totalmente por su ausencia. Y también las ganas de hacer algo digno. Los personajes protagonistas son planos y tontorrones, sus motivaciones cogidas con pinzas, el humor es vergonzoso, los diálogos patéticos, la villana es penca hasta decir basta, los secundarios cómicos dan directamente asco, la historia más vista imposible y, encima, tratada con ninguna gracia y ningún afán por aportar nada nuevo salgo los mensajes manidos de siempre de la autosuperación, el elogio de la diferencia y una crítica blandita al machismo (que no están mal, pero joder, hay que currárselos como por ejemplo hace Pixar, que consigue que hasta un alegato americanito pro-familia sera coherente y serio y no una pastelada infame). Incluso la animación es algo cutre para lo que estamos acostumbrados hoy a ver. Esta producción es de 2017: hay que trabajarse las cosas y no tratar de vivir del cuento y de la publicidad facilona. Hoy en día no valen excusas. "Emoji: La película" es una mierda pinchada en un palo. De las más apestosas. No hay por donde coger a este despropósito idiota y patatero. No le hagan ni caso. No perderán su tiempo.
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